El presidente de la Unión Industrial del Chaco, Aldo Kastón, habló con radio Libertad sobre la situación crítica del sector. «Llegamos a este día con un montón de conflictos por el bajo consumo y la caída de ventas, es un tema generalizado en el país. La estamos peleando porque es necesario que la industria se reactive», dijo hoy, que es el Día de la Industria en Argentina.
Analizó: «La baja del Impuesto PAIS es un reacomodamiento al número que estaba antes de que asuma el gobierno de Milei, se ubica en un 7,5%, pero eso va a generar un problema con el dólar porque mucha gente, con la promesa de bajar 10 puntos el Riesgo País, dejó de importar en estos dos últimos meses, algo que va ocasionar una necesidad imperiosa de dólares en la importación y además hay que ver qué mercadería ingresa, eso va a ser determinante para la industria».
«Nosotros ya no pensamos en el futuro sino en cómo llegar a fin de mes. De esto no se sale con la fe, sino con trabajo», indicó.
«Están apuntándole al replanteo de pocas empresas nacionales y las pymes y las economías regionales estamos abandonadas en ese sentido, no hay respuestas. Los reclamos los hacemos en cada provincia, pero los gobiernos locales tampoco están recibiendo aportes sustanciales. Estamos a 1.000 km o más de los grandes centros, llevar la producción a esos lugares es muy caro y el consumo local se ha deteriorado», agregó.
Sobre la situación a futuro, dijo: «Esto no lo arregla la esperanza, es un problema que lo deben resolver los economistas y los políticos y definir qué país quieren para que los industriales podamos adecuarnos al país que quieren desarrollar».
En cuanto a los despidos en el sector dijo que se dan permanentemente. «Nos llegan currículums de personas que hace no mucho estaban trabajando en otros lugares y ahora está en la calle buscando trabajo, pero no hay», afirmó.
La fecha del 2 de septiembre surge en honor a una de las primeras exportaciones que hizo el país de manera ilegal. Ese día de 1587 partió, desde el fondeadero del Riachuelo, la carabela San Antonio rumbo a Brasil. Esta embarcación llevaba en sus bodegas cubrecamas, frazadas, otros tejidos, sombreros y bolsas de harina, producidos en Santiago del Estero.
