Las primeras experiencias de desarrollos de videojuegos en el mundo se remontan a la década de 1950, y a fines de los años 70 que las primeras consolas se convirtieron en bienes de consumo para el entretenimiento. Y hoy, con más de 40 años en el mercado, el sector continúa en expansión.
En la última década, con el desarrollo de los smartphones y los juegos para celular, los videojuegos abandonaron su formato tradicional en consola y pasaron al menú de aplicaciones en el celular, con lo que se masificó su consumo. Es así que en el mercado mundial del videojuego, los juegos para celulares representan el 41% de los ingresos globales, mientras que los productos para consolas significan un 25%.
De acuerdo con el Observatorio de la Economía del Conocimiento, en la Argentina los videojuegos generaron 34 millones de dólares en 2017. Se trata de un sector con desarrollo reciente, que poco a poco se consolida en el mercado local e internacional.
En los últimos años, juegos como “Preguntados” y “Master of Orion” posicionaron a los estudios argentinos en el mercado internacional tanto por su facturación como por su popularidad. En la actualidad, el 95% de los videojuegos desarrollados en la Argentina se exportan; según la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de la Argentina (ADVA), los principales destinos son Estados Unidos y algunos países de Asia.
Gabriel Gendín es egresado de la universidad Nacional de Quilmes, se desempeña como compositor, artista transmedial, investigador y docente. Sus trabajos están relacionados a la interacción entre la música, las imágenes y los nuevos medios, en espacios escénicos, instalaciones multimediales y performance.
Desde su rol como secretario de innovación de la Facultad de Artes, Diseño y Ciencias de la Cultura de la UNNE acompaño la presentación de diferentes prototipos y proyectos del sector de videojuegos en el NEA.
Durante sus días en nuestra ciudad, Gabriel dialogo con elDIARIO acerca de los desafíos regionales en videojuegos; en el diseño de arte 3D, imágenes y sonido.
En su explicación, Gerin comenta que “el desafío que hay a nivel regional tiene que ver en cómo trabajar en el campo epistemológico” ya que considera que “el videojuego no es algo que queda reducido solamente a la consola y a la compra de un juego, tiene muchos otros componentes sociales, culturales, económicos y territoriales.
En Resistencia “tenemos el beneficio – de intervención- de la academia para poder analizar, investigar, problematizar el campo, el campo epistemológico de ser”.
En este contexto, Gabriel asegura un agregado de valor en la posibilidad de ver las “potencialidades” de aquellos que se desempeñaron como artistas y alumnos de la alta casa de estudios influye en la creación de “un discurso”, es asi que justamente cree que la potencialidad del desarrollo de un videojuego rige en las temáticas. Es allí donde “obviamente” reacciona a lo identitario, “con lo regional, que no es esa idea identitaria modernista”.
Con estas bases puestas en lo narrativo, en la multiplicidad de voces que conjugan el arte de realizar un videojuegos, el trabajo de Daniela Fernandez una joven argentina “Laixadai y el árbol negro” han conquistado el mercado internacional y el interés de descubrir una nueva cultura a través de una herramienta didáctica.
En el una niña de la comunidad Qom es su protagonista y único jugador. su narrativa está inspirado en la leyenda de Laixadai, quien intenta salvar a su pueblo de una enfermedad que lo ha sumergido en un profundo sueño. Para ello, debe realizar el Nawe Epaq, una serie de pruebas como trepar, arrojarse desde las alturas y nadar distintos espejos de agua, mientras adquiere poderes y se convierte en una chamana (piogonak), tal como ocurre en el relato tradicional de su comunidad.
Gabriel retoma desde este lugar que el “ámbito académico” les permite profundizar ese campo epistemológico. Siendo espectadores de lo importante, en donde adquieren protagonismo el contenido y las temáticas que se pueden trabajar respecto a cada área que desarrollan ilustradores, animadores, sonidistas, guionistas entre otros.
Y otro punto clave y complejo no solamente en la región sino también en la Argentina, son las capacidades técnicas. Reconoce en este punto “un lugar para ir trabajando en algún tipo de capacitación concreta de los saberes” para poder “concretamente hacer”.
En la conjugacion de este ecosistema en construccion lo que uno tiene que encontrar son justamente colaboraciones, sociedades y poder realizar alianzas con otras instituciones, que juntos vayan desarrollando áreas propicias para su avance.
“Por ejemplo, dentro de la universidad también está Facena, otra facultad que se dedica a esa parte más dura” y sigue “Hoy por hoy no es tanto un problema tener una computadora, ya no es algo imposible como en otra época pero un 85% o 90% se los lleva el recurso humano”.
Entonces desde el momento que entendieron esta dinámica decidieron capacitar en las áreas especificas, cuando son un montón de disciplinas diferentes que se apoyan entre si, como un gran “ecosistema vivo”.
“No es solamente una persona haciendo todo lo que se crea y ahí va al otro punto nosotros venimos trabajando en la facultad con un concepto de artes combinadas”.
“En esta idea de artes combinadas, de transdisciplina hace que nos sea más fácil también asumir, debilumbrar cada uno de esos roles que pueden intervenir en la cadena de ese proceso de producción”.
Por su parte en la colaboración de esta comunidad en crecimiento y expansión, Alejandro Iparraguirre representante de FUNDAV, tras varias visitas a la ciudad, sostiene que este año se presentaron durante la game jam, dos videojuegos y un juego de mesa, en la que se destacan por su creatividad, evolución y narrativa.
La Fundación Argentina de Videojuegos tiene por objeto promover e impulsar el desarrollo económico, social y cultural de los videojuegos, aportando valor para la generación de productos y desarrollos artísticos y/o experienciales, instrumentando el valor del videojuego como canal de comunicación, expresión, investigación y transmisión de conocimientos en todo el país.
Desde FundAV trabajan específicamente con apoyo de diplomaturas, cursos, capacitaciones y charlas. Por este motivo, tienen proyectos con el Ministerio de Cultura, instituciones educativas y propios. “Hay propuestas sobre inteligencias múltiples, de formación y educación” sostienen.
Con respecto a nuestra región “la comunidad necesita organización, es así que el sector no tiene una constancia y no presenta una evolución que traccione, a nivel nacional hay una red de comunidades, alrededor de 20 grupos forman parte para seguir traccionando como un entramado productivo” sostiene Alejandro.
Ezequiel Heyn es cofundandor de Purple y director de Comunicación ADVA. Señala que la Argentina está “muy bien posicionada” en la industria a nivel mundial, con ventajas sobre otros competidores en relación ala cantidad de años de desarrollo que lleva y en el contar con gente con experiencia.