Sonia Valenzuela, subsecretaria de Géneros y Diversidad de Chaco, dialogó con elDIARIO de la Región sobre cómo se están actualizando los equipos y el trabajo mancomunado del sistema víctimo-asistencial.
El primer tema abordado tiene que ver justamente con el primer eje de asistencia, que es la línea 137. “Tengo que ponderar totalmente su trabajo, su entrega”, expresó la funcionaria sobre las reuniones de equipo que tuvo con las trabajadoras. Por otro lado, no desconoció que se encuentran aún con la falta de resolución para sus contrataciones “por una cuestión administrativa”. “Pero son re laburantes y saben que no les estoy mintiendo y que se va a resolver muy pronto eso”, agregó.
También indicó la predisposición del equipo de la Línea y el aporte de ideas para mejorar el trabajo. Señaló que debe “estar todo tan coordinado para que salgan bien las cosas”. Y para ello bregó por la comunicación entre instancias, por ejemplo, entre la línea y el CAVV -Centro de Atención a Víctimas de Violencias-.
LAS ESTADÍSTICAS
Consultada, tras los primeros femicidios ya registrados en la provincia este año, sobre las estadísticas que manejan, se mostró preocupada. “Respecto de lo que han dejado como estadísticas, yo no recibí nada. Ni la computadora que me entregaron, una computadora vacía,
así como muchas de las cosas que estaban en el CAVV también están vacías. Yo pedí estadísticas a
las -anteriores- coordinadoras y la verdad que me dieron números al aire, digamos, 8.400 víctimas”, explicó.
Indicó que “hay que hacer seguimientos y tienen que tener la misma atención que tenían antes,
y se puede mejorar. Que tengan más sesiones, a veces es más difícil cuando tenes mucha gente y poco personal darle más sesiones a las víctimas”.
Señaló que recibieron sólo algunas llamadas de las son “urgentes y hay que solucionarlas ya”, en el último mes, “dos casos en particular muy terribles. Se les está haciendo el seguimiento desde el espacio terapéutico para ver cuando ellas estén fortalecidas”.
“También estamos trabajando muy bien con las fiscalías, las fiscalías nos están dando una muy buena ayuda respecto de las medidas urgentes. Gracias a Dios estamos teniendo colaboración de todos los estamentos del Estado para solucionar las cuestiones de las víctimas”, agregó.
CONTRATACIONES
Y FUNCIONES
Valenzuela aclaró sobre la información publicada en una nota semanas atrás en este matutino, sobre la situación de las trabajadoras del CAVV, quienes acusaban “vaciamiento” de esta línea de contención. “Desde la Guardia de Género fueron las que no aceptaron las condiciones que se habían ofrecido en su momento, porque entiendo que uno va a pelear y a luchar por mejorar su situación, pero no se podía, y tuvimos la ayuda de mucha gente de planta que ya venía haciendo el mismo trabajo. Es la gente de Política de Género que pertenecía a Desarrollo Humano y que ahora se transfirió a la subsecretaría”, explicó.
“Esa gente está trabajando con la misma plataforma y bajo las mismas modalidades”, aclaró. “Con un poco más de sistematización respecto de algunas cuestione, para que cuando la próxima gestión venga, cuando yo no esté más, puedan tener esos datos que a mí se me fueron negados, entonces queda todo transparentado”, añadió.
“Entiendo el reclamo, no digo que no sea justo, si no que bueno, en este momento es lo que había y era aceptar o no, y no lo aceptaron”, dijo sobre las bajas de algunas contratadas de la Guardia de Género.
Ante la pregunta se sumaron nuevas personas contratadas a los equipos, fue contundente: “No, no hay personas nuevas. Contratos nuevos no hubo. La gente de la línea es la misma, la gente que quedó en el CAVV es la que decidió aceptar la cuestión contractual como venía, como se les había propuesto, y después es la gente de planta, que vuelvo a repetirte, es de Políticas de Género de Desarrollo. Pero el equipo en sí, en general, es el mismo”.
En cambio, sí aclaró que “hay personas que se han ido y a las que no se le ha renovado el contrato”.
Explicó con un ejemplo su visión sobre la organización del trabajo: “no voy a tener una psicóloga o una psiquiatra coordinando los turnos, cuando pueden estar atendiendo a una víctima. Entonces, que un administrativo organice los turnos, así esas dos psicólogas o esas psiquiatras pueden tener un rato más en atención de la gente”.
Expresó que “había un poco de desorden en las actividades. Entonces, si vos ordenás, maximizás el personal y no necesitas mucho más de los que ya hay. No hay necesidad de contratar más gente”. Más, por las condiciones de contratación, subrayó la misma funcionaria, donde “no son como todos los salarios de la administración pública, no son contratos extraordinarios en que puedan resolver la vida económica de la gente”.
Sobre el comunicado que hicieron las trabajadoras de la Guardia en su momento, una nota presentada a la Subsecretaría. Valenzuela fue muy sincera en su relato, y contó como personas de planta permanente se acercarona decir que eran “peronistas y leales”, pero que no iban a poner “palos en la rueda y tampoco iban a colaborar con su gestión”. Estas personas le advirtieron sobre la resistencia de las trabajadoras de la guardia, y es lo que se encontró en la primera reunión.
“Yo no venía para echar a nadie”, dijo la funcionaria, y relató que les explicó al equipo que podía ofrecerles la misma contratación por tres meses, a lo que las trabajadoras le respondieron: “en ningún universo existe la posibilidad que nosotros seguimos trabajando con el mismo monto y por tres meses”. “Entiendo, pero la inflación no nació el 1 de enero de 2024. El año pasado tuvieron inflación. Y tenían ajustes salariales cada seis meses. Entendí, básicamente, que era una cuestión de la resistencia, como me habían advertido”, aseguró. “Implantaron esta idea de que el servicio fue reducido, lo cual no es real”, aclaró.
SITUACIÓN “VIOLENTA”
Valenzuela también contó que “el único momento en el que se redujo el servicio fue una tarde en la que yo no pude llegar a tiempo a retirar el celular de la Guardia. Y estuvo desde las cinco de la tarde hasta las diez de la noche adentro” de la oficina. “Yo no tenía llaves. Tuve que pedir que una de las chicas vaya a abrirme. No me facilitaron las llaves, me abrieron, me dieron el celular y me cerraron la puerta, lo cual me resultó violento en un punto”, comentó.
“Entiendo el reclamo, no digo que no sea justo, si no que bueno, en este momento es lo que había y era aceptar o no, y no lo aceptaron”; concluyó. Antes aclaró que aparte de la Guardia, hubo otras bajas de contrataciones, pero por cuestiones “irregulares” o incluso denuncias por violencias contra esas personas.
El amplio diálogo que facilitó la subsecretaria con este matutino, continuó sobre las políticas que está realizando también en el interior provincial; así como el recorrido por hogares y refugios, que se publicarán en otra nota.