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El 60% de los niños argentinos presentan un déficit nutricional

La situación preocupa especialmente por el impacto que puede tener en el crecimiento, el desarrollo cognitivo y la salud a largo plazo.

Un reciente informe del Centro de Estudios sobre Política y Economía de la Alimentación reveló que la alimentación es poco diversa y con faltantes importantes de nutrientes esenciales.

La situación preocupa especialmente por el impacto que estas carencias pueden tener en el crecimiento, el desarrollo cognitivo y la salud a largo plazo.

El estudio, realizado durante 2024, pone el foco en la falta de calcio, un mineral clave para el desarrollo de huesos y dientes. Según los datos, el 70% de la población infantil no alcanza la ingesta diaria recomendada, lo que podría generar consecuencias como retraso en el crecimiento, baja estatura, debilidad muscular, caries dentales y, en el largo plazo, osteoporosis.

«La leche, el yogur y el queso son las principales fuentes de calcio en la alimentación infantil. Los lácteos fermentados, como el yogur, tienen el valor agregado de aportar microorganismos beneficiosos que mejoran la absorción del calcio, además de vitamina D y proteínas completas», explicó la licenciada María Soledad Cabreriso, especialista en nutrición maternoinfantil y miembro de Profeni.

También destacó que algunos pescados, vegetales de hoja verde como espinaca y brócoli, frutos secos como almendras y semillas como chía pueden aportar calcio, aunque en estos casos la biodisponibilidad —es decir, la capacidad del cuerpo para absorberlo— es más baja en comparación con el calcio proveniente de lácteos.

Por su parte, la doctora Noelia Rodrigues Cambao, médica especialista en medicina familiar y psiquiatría, subrayó la importancia de una ingesta adecuada de calcio, proteínas y vitamina D entre los 4 y 12 años, ya que estos nutrientes son fundamentales no solo para el desarrollo físico, sino también para el rendimiento cognitivo de los chicos.

Desde la Sociedad Argentina de Pediatría, el doctor Héctor Pedicino remarcó que la pobreza es un factor determinante en la malnutrición infantil. «La mala alimentación tiene efectos negativos en la socialización, el aprendizaje, las expectativas futuras. Este círculo de carencias termina alimentando la desigualdad y la violencia», afirmó.

Frente a esta situación, especialistas de Profeni remarcaron que uno de los principales retos está en lograr que los niños acepten alimentos saludables, rompiendo con la rutina de dietas dominadas por panificados y harinas simples. El armado diario de viandas escolares equilibradas suele verse limitado por cuestiones de tiempo, presupuesto y acceso a productos frescos.

«La escuela es un entorno estratégico para promover hábitos saludables, pero muchas veces la oferta alimentaria en los comedores escolares es insuficiente o poco variada», advirtieron.

Como alternativa, recomiendan incorporar frutas, yogures, frutos secos y semillas en las viandas. Estos alimentos **no solo aportan nutrientes esenciales**, sino que además son prácticos y fáciles de transportar. «Garantizar una dieta equilibrada en la infancia es una de las formas más efectivas de prevenir enfermedades crónicas, mejorar el rendimiento escolar y fomentar un desarrollo integral», concluyeron.

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

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