De este pintoresco y al propio tiempo interesante personaje, nacido en Madrid en 1802, se sabe que llega a Mendoza en el año 1825; que tiene el grado de teniente en un batallón del regimiento Numancia, cuerpo que figura entre los pasados a la causa patriota. Quienes conocen sus antecedentes, lo describen como un joven «de figura arrogante y maneras distinguidas, cortés y sociable, gustos de buen vivir y alguna instrucción literaria, posee condiciones amables que le granjean generales simpatía».
Desde su llegada a Mendoza, acompañado por la esposa y una hija pequeña, actúa en sociedad, donde se destaca como un buen conversador y un gran bailarín. Organiza cuadros filodramáticos, que dirige y encabeza; actúa como empresario. Así llega al cuartel de los Olivos, donde organiza una serie de representaciones, hasta que, habiendo recibido el general José Félix Aldao encargo de formar un regimiento de caballería llamado Auxiliares de los Andes, repara en él y lo alista.
Como este regimiento debe ser puesto a órdenes de Facundo Quiroga, para que con él combata al general Paz, Ruiz Huidobro pasa a formar parte de las milicias del caudillo riojano. De la noche a la mañana el recién llegado aparece convertido en un federal: capitán instructor primero y sargento mayor después, pronto se convierte en jefe de uno de los escuadrones.
Participa en la batalla de La Tablada junto a Quiroga, se distingue por su valor y habilidad, retirándose del campo de batalla junto con su jefe. Recibe el encargo de disciplinar el regimiento de Auxiliares de los Andes. Durante seis meses, ya ascendido a comandante, se dedica a organizar y disciplinar el cuerpo de línea, hasta dejarlo convertido en un modelo de instrucción y disciplina. Además, consigue los medios necesarios, y después de armarlo con sable, carabina y lanza, le proporciona unos vistosos uniformes azules.
Facundo parece tener debilidad por este hombre, del que nunca quedan desmentidas, ni las costumbres refinadas, ni su valor, ni su sorprendente capacidad organizativa. Durante la sorpresa de Oncativo pelea junto a Quiroga, corre su suerte al verlo derrotado, lo acompaña hasta Buenos Aires galopando a través del desierto.
Cuando Quiroga enferma de reumatismo durante su primera permanencia en Buenos Aires, Ruiz Huidobro es su compañero inseparable. A él le corresponde organizar a los ex presidiarios y vagabundos que empiezan a reclutar en la ciudad, con el consentimiento de Rosas. En los momentos en que Facundo se lanza hacia Cuyo con un puñado de forajidos, su brazo derecho es Ruiz Huidobro. El interviene como factor primordial en la toma de, Río Cuarto y, siempre peleando a la par de su jefe, sin que exista nadie capaz de superarlo en lealtad y valentía, asiste al resurgimiento de aquél.
Facundo lo elige para reemplazarlo en el mando efectivo del Ejército del Centro para iniciar la expedición al desierto, y lo usa de instrumento para tratar de arrojar a los Reinafé del gobierno de Córdoba.
Participa en 1840 con motivo de la invasión de Lavalle en 1840 y muere en Buenos Aires el 30 de enero de 1842. Fue sepultado en el cementerio de La Recoleta, junto a Facundo Quiroga, como testimonio de su fidelidad al caudillo riojano.