El resguardo obligatorio alcanzó también a la pesca y, al disminuir la caza las especies, volvieron a aflorar entre las aguas. Las imágenes fueron viralizadas desde Paso de la Patria, donde inmensos cardúmenes de sábalos y surubíes se avistaron sin temor.
Desde el Instituto e Ictiología del Nordeste (INICNE), el investigador Sebastián Sánchez asegura que «esa cantidad nació y creció con la pesca a full. Ahora, como todo está más calmo se los ve más. También pasó en diciembre, paró el movimiento y los peces que se arriman a superficie y como nadie los espanta quedan más tiempo ahí.»
Cabe mencionar que está vigente la prohibición de sacrificar dorados y surubíes hasta el 6 de abril. Resta esperar que con el fin de la restricción, la avalancha de pescadores -cuando no depredadores- sea lo menos agresiva posible. (Fuente: La Dos).