Compañías mineras internacionales prevén invertir unos US$ 10.000 millones para la extracción de minerales en la provincia de Salta, tras la aprobación del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).
Los fondos serán destinados especialmente a la extracción de litio, pero también incluirá a otros minerales como el cobre y el oro.
Se trata de ocho empresas mineras, según se abordó en el reciente encuentro entre el ministro de Economía, Luis Caputo, y el gobernador salteño, Gustavo Sáenz.
Salta es la cuarta región minera del mundo más atractiva y la primera en el país (desplazó a San Juan). La provincia concentra la mayor cantidad de proyectos de litio en distintas etapas, con un 4,5% del empleo privado registrado local.
Entre las compañías que analizan inversiones se encuentra la surcoreana Posco, que espera la reglamentación del RIGI para avanzar en la segunda y tercera fase de su proyecto de litio de US$ 2.000 millones en el Salar del Hombre Muerto. Incluso, ya hubo una reunión entre el presidente de la compañía, Jeong Ki-seop, y el ministro Caputo.
Posco es la quinta compañía más importante de Corea del Sur y una de las cuatro siderúrgicas más grandes del mundo. El objetivo es construir una planta para ampliar sus instalaciones en su desarrollo Sal de Oro, su inversión más importante fuera de Corea del Sur de los últimos 60 años.
Por su parte, Eramine Sudamérica -integrada por la francesa Eramet (50,1%) y la china Tsingshan (49,9%)- inauguró la primera mina de litio en Salta y la cuarta del país en el salar Centenario-Ratones, en el que ya invirtió US$ 870 millones. Ese consorcio ya prevé una segunda instalación con un desembolso de US$ 800 millones, a partir de la aprobación del RIGI.
Christel Bories, CEO de Eramet, explicó que la aprobación «está sujeta a los permisos de la provincia y la aplicación del RIGI. Queremos saber las condiciones por las que sería elegible en términos fiscales y económicos, y cómo será el entorno de negocio. La implementación del régimen tendría que bajar los costos de operación”.
“Es una planta sofisticada, una apuesta riesgosa. Más allá de la oportunidad de los recursos y el talento, los inversores quieren tener seguridad de que van a poder repatriar las divisas. Es clave para tomar la decisión”, señaló Bories.
A estas inversiones se suma la que prevé la china Ganfeng, el mayor proveedor mundial para la producción de baterías de litio.
Tiene en carpeta una inversión de unos US$ 1.000 millones en el proyecto Mariana, en el Salar Llullaillaco, y además construye un parque solar, con el que prevé el autoabastecimiento energético.
Ya adquirió el 15% del proyecto Pastos Grandes, que empezará su construcción en 2025 y es propiedad de Lithium Argentina, filial de la canadiense Lithium Americas.
Son socias en otros proyectos como Caucharí-Olaroz, la mina más grande de litio del país, ubicada en Jujuy. Participan junto con Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (Jemse).
También figuran Rio Tinto –que opera en Salar de Rincón y prevé una segunda planta por US$ 300 millones–, Plasa –con un proyecto en el Salar de Diablillos y cuyo CEO se reunirá en la segunda quincena de septiembre con el ministerio de Producción y Desarrollo Sustentable de Salta, Martín de los Ríos, para informarle detalles de su expansión– y la china Hanak, que está reorganizando sus inversiones para avanzar RIGI mediante.
En este escenario proclive a las inversiones, también se anota el cobre, con First Quantum Minerals, a cargo del proyecto Taca Taca, que proyecta desembolsar US$ 4.000 millones. Por su parte, Alpha Lithum y Tecpetrol evalúan invertir en oro.