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Takajay, el yaguareté que se suma al Parque Iberá desde El Impenetrable chaqueño

Nació en el marco de un proyecto de Fundación Rewilding en El Parque Nacional Impenetrable, Chaco. Luego fue trasladado y liberado en Iberá, Corrientes, donde ya son 35 ejemplares, allí donde durante décadas se había extinguido. Además, aportará variabilidad genética.

Hubo un tiempo en que la provincia de Corrientes se quedó sin yaguaretés. La especie, emblemática de la Argentina, llegó a extinguirse completamente durante varias décadas. Hoy es hogar de una población reintroducida que viene creciendo y acaba de alcanzar el número de, al menos, 35 yaguaretés viviendo en libertad en el parque Iberá, gracias a la llegada de un nuevo macho, Takajay.

«Este proyecto de restauración ecológica, también conocido como rewilding, es el primero en el mundo en traer de vuelta al yaguareté a un lugar donde estaba extinto«, resaltaron desde Fundación Rewilding Argentina, clave para este proceso de reintroducción en trabajo con los gobierno provinciales y Parques Nacionales.

Algo paradójico: en estos momentos, la gestión de La Libertad Avanza no solo está despidiendo cientos de trabajadores de Parques Nacionales sino que explicitó la intención de dar de baja el área científico-técnica del sector, algo esencial por ejemplo para reintroducir especies en peligro de extinción.

¿La otra paradoja? Uno de los gobiernos provinciales que es parte de la iniciativa es Chaco, cuyo Ejecutivo fomenta un cambio en la Ley de Ordenamiento Territorial que permite mayores talas de árboles de la selva. Justamente, uno de los mayores enemigos del yaguareté: el desmonte, que le quita hábitat.

El yaguareté Takajay, de Chaco a Corrientes

Takajay es recién nacido, pero no nació en Iberá, sino en El Impenetrable del Chaco. «Tras una nueva audaz acción de conservación, Takajay pasó el portal de los grandes corrales del Centro de Reintroducción del Yaguareté con una doble misión: seguir aumentando la población reintroducida y aportar variabilidad genética», apuntaron desde Rewilding.

Takajay lleva los genes de su padre, Qaramta, un macho silvestre del Impenetrable chaqueño que forma parte hace tiempo del proceso de recuperación del “tigre criollo”.

Takajay, junto con su hermana Nalá, fueron los primeros cachorros de yaguareté que nacieron en décadas en el Chaco argentino. En esa región, el yaguareté está casi extinto y no se registraba la presencia de hembras desde hacía más de treinta años. Gracias a la exitosa cruza en octubre de 2020 de un gran felino silvestre (Qaramta) con uno de cautiverio (Tania), una acción de conservación inédita en el mundo, Takajay y Nala nacieron a fines de enero de 2021.

Takajay significa “fuerte y valiente” en lengua wichí, y Nala significa “sol” en qom. Los nombres fueron elegidos por los niños de las escuelas vecinas del Parque Nacional El Impenetrable en Chaco. Fueron criados por su madre Tania en corrales especiales sin contacto con humanos con el objetivo de ser liberados una vez adultos e independientes.

«En esos corrales atravesaron una etapa fundamental para sobrevivir en libertad: allí dieron sus primeros pasos y su madre les enseñó a cazar. Nalá ya fue liberada en El Impenetrable y Takajay aportará a la conservación de su especie en Iberá«, describieron.

El proyecto de reintroducción empezó en el 2012 con la construcción del Centro de Reintroducción del Yaguareté en tierras que eran de jurisdicción provincial, y continuó cuando fueron donadas la Nación para crear el Parque Nacional Iberá.

«El regreso del depredador tope a Iberá y El Impenetrable es parte de un proyecto de restauración más grande cuya misión es alcanzar ecosistemas completos y funcionales mediante la reintroducción de especies clave extintas localmente por nuestras acciones. A su vez, el regreso de este imponente felino representa un motor para el turismo de naturaleza basado en la observación de fauna, que ya está impactando favorablemente en el desarrollo de las comunidades locales», remarcaron desde la Fundación.

Keraná, una yaguareté que es símbolo

A mitad de marzo otro ejemplar fue un símbolo de la lucha por la reintroducción de la especie. Keraná. Ese es el nombre de una yaguareté, y también el de la conservación animal en nuestro país. Eran millones, pero hace décadas la acción del hombre (cazándolo o afectando el ecosistema, por ejemplo con desmontes, o quitándole su alimento) generó que esté en peligro crítico de extinción. Para revertir la situación en las últimas se dio un paso fundamental: después de 35 años una yaguareté hembra pisó suelo chaqueño.

Ese día, hace diez años, las puertas del Centro de Reintroducción del Yaguareté en el Parque Nacional El Impenetrable (Chaco) se abrieron para dejar pasar a Keraná. El camino luego seguido por Nalá, la hija del yaguareté silvestre Qaramta y la hembra de cautiverio Tania, nacida en los corrales del Centro.

Desde Rewilding remarcan que estas liberaciones «marcan un hito en el proyecto de conservación que busca salvar las poblaciones del depredador tope en esta región, donde tuvo una presencia muy abundante hasta finales del siglo XIX».

Y citan al explorador Arthur Dobson, uno de los numerosos viajeros que dejaron testimonios de ello. «Hemos visto no menos de veintisiete tigres en tres días», escribió Dobson en 1899 durante una recorrida por un sector del río Bermejo donde hoy se emplaza el Parque Nacional El Impenetrable.

Actualmente, quedan menos de diez yaguaretés confirmados en el millón de kilómetros cuadrados de extensión del Gran Chaco argentino, y hasta el viernes todos eran machos. «La reintroducción de hembras promete ser crucial para recuperar al principal depredador de Sudamérica en este bosque seco que abarca Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia, uno de los ecosistemas más amenazados del mundo», acotan. Aunque continúa siendo en buena medida desconocido y desprotegido, el Chaco es el segundo ecosistema más importante en términos ecológicos en Sudamérica, detrás del Amazonas.

Más allá del contexto, la crisis, el fomento de un Estado ausente y el negacionismo ambiental que hoy impera en la Argentina, hay señales positivas. Corrientes pasó de no tener ningún yaguareté libre en los últimos 70 años a albergar a casi el 10% de los que habitan en Argentina, además de ser la provincia de la región chaqueña argentina con la mayor cantidad de individuos. Más aún, con registros de nuevos nacimientos en libertad, Iberá se encamina a convertirse en el parque nacional de Argentina con el mayor número y las densidades más altas de estos felinos.

Fuente: Tiempo Argentino

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