El ingeniero en Recursos Hídricos, Hugo Rohrmann, analizó en comunicación con la radio Facundo Quiroga la actual situación del Paraná que superó los cinco metros debido a las lluvias registradas en Brasil y Paraguay, y tras atravesar una extensa sequía.
El especialista inició explicando que quienes empiezan a inquietarse con estas mediciones “es porque tienen más memoria a largo plazo”, con respecto al comportamiento del Paraná en la porción que le toca a Chaco. Con 5,50 metros ya está “en algunos lugares con afectaciones”. “En esa historia más antigua en la que con seis metros ya empieza y está afectando a muchas familias al costado del río”, puntualizó.
“La gente de a poco se va enterando que se tiene que normalizar la lluvia”, señaló y explicó que el comportamiento del río Paraná en esta zona medianamente está estudiado y se comporta dentro de los parámetros conocidos. La preocupación vino por la reciente crecida y la particularidad de que con las lluvias llega un momento en que el río “no puede contener más agua, y empieza a usar su valle inundación” –dónde, cómo subrayó Rohrmann, se decidió construir el Gran Resistencia-. También opinó que en crecidas anteriores “gran parte de la población ni se da cuenta”, ya que sólo afecta a familias de la ribera en Vilelas, Antequeras, Isla del Cerrito, dónde sí había gente “que estaba padeciendo”.
El ingeniero recordó que 8,60 metros fue la mayor medición que se registró con la gran creciente de 1983. “En 1998, sin defensa totales en Gran Resistencia, hubo 8,20 metros, el río esta ahora tres metros debajo de esos niveles máximos”, tranquilizó. Por otro lado, recordó que también llegó a 0 metro en la bajante, lo que “nos da una idea de la oscilación”. En la corta historia de medición del río, hay una variación de nueve metros, destacó.
Enfocándose en la mayor preocupación sobre todo de la población ribereña, contestó que “no hay perspectiva de que el río siga creciendo. En una semana a diez días va a empezar a bajar, dentro de los valores normales”. Indicó que “esta crecida está respondiendo a la crecida en Brasil y Paraguay”. “A lo único que hay que estar atentos es a una crecida del Iguazú que sí podría generar un desborde», explicó y aseguró que “la sequía del Paraná ya finalizó”.
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