En octubre, Argentina registró 25 femicidios y trans-travesticidios, según datos del Observatorio “Mujeres, Disidencias, Derechos” de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala). Esta cifra se suma a un total de 195 asesinatos por violencia de género en 2024, consolidando una estadística desgarradora: en el país ocurre un femicidio cada 37 horas.
El hogar de la víctima sigue siendo el lugar más frecuente de los asesinatos, ya que el 58% de estos crímenes se produce en el ámbito doméstico, un espacio que debería ser de seguridad. Además, solo el 13% de las mujeres asesinadas había denunciado previamente a su agresor, un dato que sigue en descenso en los últimos meses, reflejando la falta de confianza de las víctimas en la capacidad del Estado para ofrecer protección.
En paralelo, 176 niños, niñas y adolescentes han quedado huérfanos de madre y sin acompañamiento institucional adecuado. «Salir de los círculos de violencia se hace difícil sin un Estado presente. La violencia se multiplica con la habilitación de Milei y su gobierno», declaró Victoria Aguirre, vocera de Mumala, quien enfatizó el impacto negativo que tienen los discursos de odio y las políticas nacionales.
Otros aspectos alarmantes incluyen que el 14% de los femicidas tenían antecedentes penales y el 6% pertenecía a fuerzas de seguridad. Además, 17 de los femicidios registrados este año, lo que equivale al 9%, están vinculados al crimen organizado y el narcotráfico, un fenómeno que Mumala considera favorecido por políticas nacionales que, según sostienen, incrementan la feminización de la pobreza y facilitan el ingreso de capitales oscuros al país.
Este 2024 también ha registrado 497 intentos de femicidio, una estadística que expone la urgencia de una respuesta integral. Desde Mumala insisten en que la lucha por los derechos de las mujeres y disidencias es cada vez más desafiante en un contexto marcado por políticas que, a su juicio, no ofrecen las respuestas necesarias para erradicar la violencia de género.
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