El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) y diversos protocolos políticos internacionales impulsan una campaña mundial para el FMI, el Banco Mundial y otros organismos multilaterales condonen la deuda externa soberana de los países de América Latina en un contexto de avance mundial del coronavirus en el mundo.
Según los últimos datos del Ministerio de Economía al 29 de febrero pasado, la deuda bruta de la administración central de la Argentina al tipo de cambio del último día hábil de ese mes, totalizó los US$ 324.374 millones. Al mismo tiempo, la iniciativa también auxilia a los acreedores privados. En total, el Gobierno reconoció bonos a negociar por un total de US$ 68.842.528.826.
La campaña por la condonación de la deuda se denomina «La hora de la condonación de la deuda para América Latina» , y ya tiene el apoyo de Rafael Correa, Dilma Rousseff, Álvaro García Linera, José Luis Rodríguez Zapatero, Ernesto Samper, Jorge Taiana , Alfredo Serrano Mancilla, Rafael Correa, Álvaro García Linera, Gustavo Petro, Dilma Rousseff, Marco Enríquez-Ominami, Fernando Lugo, Celso Amorim, Ernesto Samper, Luis Guillermo Solís, Óscar Daniel Jadue, Camila Vallejo Dowling, Juan Carlos Monedero, Mario Delgado y John Ackerman, entre otros.
Los promotores de esta campaña, argumentan que «ante tantas dificultades económicas, producto del avance de la pandemia de la COVID-19, la condonación de la deuda externa es una acción tan justa como necesaria».
Además, los firmantes solicitan a las Naciones Unidas que «a la mayor urgencia convoque a la Asamblea General para discutir una resolución que proporcione el marco legal internacional para llevar a cabo esta estrategia efectiva de condonación de la deuda externa de América Latina y fomentar el proceso de reestructuración con los acreedores privados «.
Según la campaña del CELAG, en este contexto “no podemos exigirles que implementen políticas económicas que compensen los daños de esta catástrofe a la par que deben seguir pagando a sus acreedores”.
«Es absolutamente incompatible hacer efectivo un plan de reestructuración económica en el futuro próximo con los actuales niveles de endeudamiento externo (en promedio, supone el 43,2% del PIB en América Latina)», remarcaron.
El FMI admitió la situación
Esta semana, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, admitió la catastrófica situación financiera de los países emergentes y alertó que «el mundo entró en una recesión» con las consecuencias que pueden resultar peores que las del 2009.
Durante una conferencia virtual brindada ante periodistas de todo el mundo, Georgieva advirtió por el «parate repentino» de la economía mundial por el coronavirus y estimó las necesidades financieras generales de los mercados emergentes de, como mínimo, US$ 2,5 billones «.
En respuesta, el FMI comunicó que «explorará opciones adicionales para ayudar a los miembros que experimentan escasez de divisas», según adelantó más temprano un comunicado conjunto firmado por Georgieva y el presidente del Comité Monetario y Financiero Internacional, Lesetja Kganyago.
Estos temas serán discutidos por la Junta Ejecutiva del Fondo Monetario en las próximas semanas, con miras a aportar un sólido paquete de medidas para su consideración en las Reuniones de Primavera (boreal).
La titular del FMI precisó además que en la actualidad hay 81 países que requieren asistencia al organismo, una cifra sin precedentes, y de ellos 50 son de bajos ingresos y los restantes 31 emergentes. «Nunca habíamos tenido tantas solicitudes al mismo tiempo» , reconoció. (Fuente: Ámbito Financiero).