La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) realizó el miércoles un plenario nacional con más de mil delegados en todo el país. La convocatoria surgió como respuesta por la tercera oleada de despidos que el gobierno nacional está llevando adelante sobre los empleados públicos del Estado Nacional.
«La única posibilidad que tenemos los trabajadores de frenar esta pesadilla que estamos viviendo desde hace siete meses es estando en la calle y multiplicando las protestas en todo el país», señaló Rodolfo Aguiar a los medios una vez conocida la decisión del plenario. Allí los representantes gremiales definieron un paro nacional de actividades para el mismo jueves y, a la vez, una movilización a la Plaza de Mayo donde se realizará una olla popular frente a la Casa Rosada.
El gobierno ya avanzó con cerca de 20 mil despidos entre una primera tanda en diciembre, otra en marzo de unos 12 mil y ahora en un número que todavía no está determinado pero que según el relevamiento de la ATE son alrededor de 3 mil adicionales. La nueva ofensiva llega a implicar el cierre de organismos y cuestiona la operatoria de otros.
El vocero presidencial Manuel Adorni ratificó que, en el marco del ajuste fiscal, el plan del gobierno es el de desprenderse de 70 mil empleados públicos en total.
Para Aguiar “Al topo se le está complicando y nosotros lo tenemos que seguir desgastando” es que, aclaró, “cómo será de malo el Gobierno que ni los mercados le están respondiendo, a pesar que les hizo una ley para ellos”.
La medida de fuerza, explicaron desde la conducción del sindicato, se va a replicar en todas las provincias. Para Rodolfo Aguiar el ajuste resulta completamente injustificado. El dirigente señaló que “mientras que en 200 días no pudieron probar la existencia de un sólo empleado que cobre un sueldo sin trabajar, ahora son ellos los que están llenando de ñoquis la administración. Se les empieza a caer la máscara”, sentenció.
A la vez criticó la decisión del gobierno de producir una renovación trimestral de los contratos que, tradicionalmente se hacía de manera anual. Esa precariedad es la que permite avanzar en las cesantías que, ahora, tiene una frecuencia trimestral. “Nosotros tenemos una guillotina que cae sobre nuestras cabezas cada tres meses y ellos todos los días inventan cargos que no existen en la estructura orgánica para designar en el gobierno amigos con sueldos mensuales millonarios», denunció Aguiar.
El plenario de delegados no solo decidió parar en defensa de los puestos de trabajo sino también para avanzar en la recuperación del poder adquisitivo del salario. Durante la última reunión paritaria, realizada el lunes 1 de julio, el Gobierno se presentó sin ningún ofrecimiento salarial, pasando a un cuarto intermedio sin fecha para una nueva convocatoria, informó el gremio.
«Por decisión unánime de todas las provincias hemos decidido avanzar en una nueva medida de fuerza para exigir la inmediata reincorporación de todos los despedidos y un aumento salarial que saque a los estatales de la pobreza en la que las medidas económicas del Gobierno los hundieron. Esperamos que ni piensen en volver a reprimir. No les tememos y además, tienen que saber que la violencia institucional y quienes la provocan, nunca terminan bien», concluyó el Secretario General de ATE.
Fuente: Tiempo Argentino