La segunda jornada del juicio oral por el intento de magnicidio contra la expresidenta Cristina Kirchner dejó un claro contraste entre las estrategias de defensa de los tres acusados ante el Tribunal Oral Federal 6 (TOF 6). Brenda Uliarte, novia del acusado como autor material Fernando Sabag Montiel, quien la semana pasada declaró que él «la quería matar y ella la quería ver muerta», no pudo responder las preguntas y, en pocos minutos pidió suspender su declaración. Por su parte, el acusado como jefe de «la banda de los copitos», Nicolás Carrizo, se quebró en llanto y pidió disculpas. «Nunca mataría a una persona», sostuvo.
El miércoles pasado, Sabag Montiel declaró que Uliarte sabía sobre el plan para matar a Cristina Kirchner, que vendían copitos para «estudiar cómo perpetrar» el crimen y que ella estuvo dispuesta a acompañarlo. La acusada fue citada para abrir la indagatoria de este miércoles, pero solo respondió las primeras preguntas de orden personal y sobre su estado civil.
El defensor de Uliarte, Alejandro Cipolla, había anticipado que no declararía porque estaba medicada; pero ella intentó hacerlo con respuestas confusas y una llamativa. Cuando se la consultó sobre con quién vivía en aquellos días, dijo sobre Sabag Montiel: «con un convicto y manipulador».
El TOF 6 le ofreció inciar su declaración contando su versión de los hechos, pero Uliarte pidió que le hicieran preguntas, por lo que se le pidió a su abogado que iniciara. “¿En qué consistió el suceso que se discute, qué participación tuvo?”, le preguntó Cipolla, a lo que Uliarte contestó: “Partícipe y encubridora… Pero no soy». Luego alegó «no sentirse bien», se agarró la cabeza y dejó de contestar. El TOF retomó la declaración, pero Uliarte cambió de opinión y pidió anular su declaración.
La semana pasada, cuando el secretario del tribunal leyó al comienzo del día los chats previos al intento de asesinato, ella se había mostrado más relejada y hasta risueña al escuchar mensajes que había intercambiado con una amiga en los que decía cosas como «Cristina vive en Recoleta, estamos re cerca de la mina, la podemos hacer pija… hay que ir y pegarle un corchazo».
El testimonio de Carrizo
Quien sí decidió dar testimonio fue Carrizo. «Estaba esperando un montón para hablar», aseguró el señalado como el líder de los «copitos» y buscó despegarse del intento de magnicidio y mostrar arrepentimiento por lo ocurrdio. «Pensé que esto iba a resolverse antes y nunca llegaba el día. Por fin llegó y puedo dar mi versión. No tengo nada en contra de Cristina, yo jamás mataría a una persona. Ni loco me voy a meter en algo así», sostuvo sobre las pruebas en su contra.
«No lo quiero tomar como excusa, pero estábamos tomando un fernet, el alcohol era habitual. Estaba entonado y empecé a mandar mensajes. Les juro que nunca me lo tomé con la seriedad que tenía que ser. Hace un año y nueve meses que me estoy castigando por esto. Lo que dije nunca fue cierto, fue en joda«, insistió Carrizo sobre los mensajes que cruzó con los otros dos acusados.
Entre esos mensajes, están los que Carrizo cruzó con conocidos diciendo: «Recién intentamos matar a Cristina». Pero Sabag Montiel, en su declaración de la semana pasada, que lo conocía poco y que se trataba solo de «una relación laboral» y que no tuvieron entre ellos conversaciones «que impliquen un plan criminal», como sí ocurrió con Uliarte.
El acusado insistió en que «nunca se imaginó» que estaba metiéndose en un plan magnicida y negó haber tenido un arma alguna vez o facilitársela a Sabag Montiel. «En ningún momento le di un arma alguien, nunca tuve un arma en mi mano, nunca disparé. Yo no sé nada de eso», se defendió.
En ese tono, el jefe de «la banda de los copitos» fue vehemente en su pedido de «perdón» a la exvicepresidenta. «Le quiero pedir perdón si ofendí a la señora Kirchner», sostuvo. En el juicio que se lleva adelante en los tribunales de Comodoro Py, se estipula que la ex presidenta podría prestar declaración después de la feria judicial de invierno.
Fuente: Página12