Josese Eidman, presidente de la Fundación Urunday, remarcó que Resistencia cuenta con un patrimonio cercano a las 700 esculturas, cuya conservación y restauración sería imposible sin la conciencia, el sentido de pertenencia y la colaboración de la comunidad. “El verdadero protagonista en el buen estado del patrimonio escultórico de Resistencia es el vecino, quien es el primero en advertir cualquier deterioro”, afirmó, en diálogo con radio Libertad.
La Fundación Urunday realiza tres relevamientos anuales para diagnosticar el estado de las esculturas y establecer prioridades de intervención. Sin embargo, Eidman subrayó que la participación ciudadana es clave y representa una característica distintiva de Resistencia.
Este plan de conservación lleva más de 30 años en marcha y es cada vez más intensivo. “Afortunadamente, la mayoría de las intervenciones son de conservación y no de restauración, ya que el deterioro suele ser producto del paso del tiempo o de factores climáticos, y no de vandalismo, que es poco frecuente”, explicó Eidman.
Entre ellas se encuentran: “Despertar” de Lucio Fontana, “Remordimiento” de Hernán Cullen Ayerza, “Tranquilidad” de Gonzalo Leguizamón Pondal, “Lobo de mar” de María Luisa Isella y “Figura en la playa” de Eros Rubén Vanz.
Actualmente, la Fundación tiene 50 obras en proceso de intervención, con un equipo de 10 personas dedicadas a ellas. Algunas restauraciones se realizan en el sitio, mientras que otras requieren que las esculturas sean trasladadas para aplicar técnicas específicas.
Eidman también recordó que, el 27 de enero de 2021, en el Día Internacional del Restaurador y Conservador, y con el apoyo del municipio, se creó formalmente un departamento para profesionalizar y dar mayor seguridad a estas tareas. “Es una conquista de Fabriciano”, aseguró en referencia a Fabriciano Gómez, escultor y fundador de la Fundación.
LA TORRE EIFFEL DE ALBERDI Y MARCONI
“Está en proceso de restauración, lamentablemente, la parte estructural está muy comprometida, por lo que se necesita hacer reposición de piezas importantes y es un trabajo que lleva tiempo. Lo que sucede con las obras en Resistencia, es que hay algunas que las tenemos inventariadas y categorizadas, a esas se les va haciendo conservación constantemente porque están dentro de nuestro radar, pero hay otras que surgen de emplazamientos espontáneos por parte de los vecinos u otras autoridades, entonces es más difícil hacerles un seguimiento”, dijo Eidman, sobre esta icónica obra a cielo abierto.
