Los reclamos juveniles por el cese de hostilidades en la Franja de Gaza han generado una presión adicional en la contienda electoral, donde el presidente estadounidense, Joe Biden, está en busca de un nuevo mandato frente a Donald Trump.
A pesar de los esfuerzos por sofocarlas, las manifestaciones y ocupaciones con tiendas en contra del conflicto en la Franja de Gaza se propagaron a cerca de 60 universidades de Estados Unidos, con más de 600 personas arrestadas en los últimos días, intensificando la presión durante la campaña electoral sobre el presidente Biden para que retire su respaldo a Israel y promueva un cese al fuego.
A los más de 500 arrestos reportados el viernes por el periódico The New York Times, basados en informes en redes sociales y medios locales, se suman otros 100 manifestantes detenidos el sábado después de que la policía interviniera para desmantelar un campamento a favor de Palestina en la Universidad Nororiental de Boston.
La institución educativa anunció el suceso en un comunicado compartido en redes sociales. «Alrededor de 100 individuos fueron detenidos por la policía. Los estudiantes con identificaciones válidas de la Nororiental fueron liberados y enfrentarán acciones disciplinarias internas en la universidad, sin consecuencias legales. Aquellos que se negaron a identificarse fueron detenidos», comunicó.
Esfuerzos por calmar la situación
Aparte de las detenciones policiales, se tomaron medidas coercitivas dentro de los campus para poner fin a las protestas. Un ejemplo es la Universidad de Texas, donde las autoridades anunciaron el viernes en un comunicado la suspensión temporal del Comité de Solidaridad de Palestina, el grupo organizador de las manifestaciones en ese campus. Además, se prohibió a los estudiantes arrestados días antes el acceso a las instalaciones universitarias.
La Universidad George Washington (GWU), ubicada en el corazón de la capital estadounidense, advirtió a los estudiantes que iniciaron una ocupación el jueves que podrían enfrentar suspensiones temporales y prohibiciones administrativas de acceso al campus.
La Universidad de Florida (UF) anunció que podría suspender a los estudiantes que participen en manifestaciones en el campus durante tres años inclusive, mientras que para los empleados significaría la terminación de sus contratos. La sección de Florida de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) lamentó estas medidas. «La protesta es fundamentalmente estadounidense. Ningún estudiante debería enfrentar la expulsión de su universidad o de este país por ejercer sus derechos», declaró el director ejecutivo interino de ACLU de Florida, Howard Simon.
(Fuente: Página /12)
