Se presentó en Tres Isletas y Sáenz Peña el libro “50 años de las Ligas Agrarias. Grita lo que sientes”. La actividad se realizó en el marco del 5° aniversario de la sentencia de la Causa Ligas Agrarias.
El libro es una compilación de testimonios de personas que participaron de la creación de las ligas en 1970, fueron recogidos por María Florencia Contardo y Cristian Vázquez. Fue publicado por la editorial La Comarca, con el apoyo del sindicato ATE.
Los testimonios, en tanto, fueron recuperados en un encuentro virtual que se realizó en el año 2020 en el marco de la conmemoración del cincuenta aniversario del Primer Cabildo Abierto del Agro Chaqueño, celebrado el 14 de noviembre de 1970 en Sáenz Peña, momento histórico de la organización campesina a nivel nacional.
En diálogo con elDiario, Cristian Vázquez contó cómo fue la compilación de los testimonios y de la revisión de los momentos históricos que tuvo el proceso de creación de las Ligas Agrarias en Argentina.
Vale recordar que, muchos integrantes de las Ligas Agrarias, aún hoy se encuentran desaparecidos debido a que la dictadura cívico-militar de 1976 arremetió fuertemente contra organizaciones de este tipo. La causa Ligas Agrarias fue el quinto proceso por crímenes de lesa humanidad en la provincia, aunque la investigación judicial se centró en los asesinatos de dos dirigentes agrarios y en los secuestros y torturas a militantes de base, permitió reconstruir el accionar represivo del terrorismo de Estado en el interior chaqueño contra los trabajadores rurales durante la última dictadura.
Se condenó al ex teniente coronel del Ejército, José Tadeo Betolli a prisión perpetua por el homicidio de Raúl Gómez Estigarribia. Con idéntica pena se condenó al ex policía Alcides Sanferraiter, por el homicidio de Carlos Piccoli. Al ex oficial sumariante José Rodríguez Valiente se lo condenó a cuatro años de prisión por encubrimiento. En tanto, el ex comisario Eduardo Wischnivetzky fue condenado a 18 años de prisión por la privación ilegítima de la libertad y torturas a trabajadores rurales Modesto Meza, Hipólito Britez y Santos Brítez.
¿Cómo y por qué surgió la propuesta de recopilar en un libro las experiencias de organización de las Ligas Agrarias?
Cristian Vazquez: Soy profesor de historia y soy de Formosa, tengo trabajos previos que se dedican a estudiar particularmente la organización campesina en Formosa.
En 2020, en plena pandemia se buscaba ver una forma de conmemorar la creación de las Ligas Agrarias en el Chaco pero para todas las regiones es tan importante que es la conformación de las ligas y ahí surgió la posibilidad de hacer un encuentro por Zoom, que era lo que permitía en ese momento la pandemia y el contexto.
Se hizo este encuentro, que buscaba recuperar la voz de las personas que participaron del momento de creación de las Ligas Agrarias el 14 de noviembre de 1970 en Sáenz Peña, Chaco. Participaron referentes que estuvieron presentes en esa fecha en Sáenz Peña.
En ese encuentro, nos dimos cuenta de algo que no está tan considerado en los trabajos de investigación sobre la temática. Siempre se habla de que la experiencia de las ligas se extendió a todas las provincias del NEA, Santa Fe, Formosa, Corrientes, Misiones, incluso llegó a tener participación en Entre Ríos, Córdoba, incluso la provincia de Buenos Aires. Lo que no se dice es que al momento de la creación de las ligas acá en el Chaco, había participantes de todas esas provincias que vinieron a acompañar. Fue un momento histórico para la región.
Para construir este libro se hizo una primera desgrabación total de la charla virtual que tuvieron. Se le dio a cada una de las personas que intervinieron un espacio para hablar, ellos pudieron incorporar más elementos a lo que ya se sabía sobre ese encuentro en Sáenz Peña.
¿Y ahí ellos pudieron recuperar un poco de la historia de ese momento, digamos?
Cristian Vázquez: Claro, se puede dividir en tres grandes momentos. En un primer momento, el momento previo a la conformación de las Ligas. Ahí todos casi hacen mención al rol que cumplió el movimiento de Acción Católica, que en todas las provincias fue previo a la conformación de las Ligas y tuvo una función muy importante. Era la iglesia que se acercaba a los sectores más desprotegidos.
En el caso de acá del Chaco estaba Di Stéfano, una figura emblemática, tanto que va a pasar a la historia como el obispo del algodón. Además, había un conjunto de obispos jóvenes que habían participado en el concilio y abrazaban esa idea del desarrollo, de la promoción de ciertos valores, el desarrollo humano. Frente a esa necesidad se tenía que crear un nuevo ambiente organizativo.
El segundo momento es la creación y expansión de las ligas a todo el territorio, sería como un segundo gran momento, desde 1970 hasta 1976, donde va a ser desarticulada por la represión, pero los protagonistas no se centran básicamente en la represión. Hay mención, pero no es algo de lo cual abordan en profundidad.
Tiene que ver seguramente con que todavía no está elaborado el trauma para poder presentarlo en el espacio público. O sea, no hay mucha referencia. Y después el tercer momento ya tiene que ver con la vuelta a la democracia y la actualidad.
Acción Católica, que en todas las provincias fue previo a la conformación de las Ligas y tuvo una función muy importante. Era la iglesia que se acercaba a los sectores más desprotegidos.
Porque si hay una característica que tienen estas personas es que todas ellas siguieron militando en diferentes espacios. Todas ellas siguieron militando en diferentes espacios, entonces eso es muy importante. Y todos hacen un salto de la dictadura para comenzar a hablar del presente, de los proyectos actuales o de los proyectos en los cuales participaron también posterior a las Ligas todos los referentes que sobrevivieron porque hay integrantes de Ligas Agrarias que son ex detenidos y otros están desaparecidos.
En ese sentido yo siempre por lo menos cuando hago un paralelismo con esta situación siempre se dice que la dictadura en verdad vino para desarticular el movimiento obrero organizado que desaparecieron, torturaron, encarcelaron a un montón de compañeros y compañeras. Pero en verdad es más amplio, la dictadura cuando viene, viene a desarticular toda forma de organización. Las Ligas fueron también un ejemplo de ese proyecto de desarticulación de toda forma de organización y solidaridad colectiva.
Si tuvieras que definir qué fueron o qué son las ligas agrarias, ¿cómo lo definirías?
Cristián Vázquez: Algunos dicen que es un movimiento social, otros dicen que es una forma organizativa gremial, y algunos lo inscriben dentro de un fenómeno más amplio que tuvo América Latina, que es el cristianismo liberacionista como una forma organizativa de las prácticas y los sentires de actores católicos, sobre todo en el caso nuestro -las Ligas Agrarias en Argentina-,pero religioso cristiano en un sentido mucho más amplio.
Nosotros partimos de esas experiencias que tienen mucho de movimiento social y una particularidad que tienen las ligas, que para mí ahí radica gran parte de su potencia.
Las Ligas no funcionaron como un gremio que afilia a individuos aislados, sino que organizó a la familia campesina o a la familia rural. Y creo que ahí radica gran parte de su potencia, de su capacidad imaginativa de englobar a toda la familia, hombres, mujeres, niños, jóvenes, ancianos.
Siempre pongo como ejemplo que cuando se estaba preparando un paro agrario, una huelga. Las Ligas elabora una gacetilla informando a las infancias por qué no van a ir a la escuela ese día, haciéndoles parte consciente del hecho político del que iban a participar. Entonces, ahí hay una gran capacidad creativa que tuvieron como organización.
¿Qué rol tuvieron las mujeres en la organización de las Ligas?
Cristián Vázquez: Dentro de las Ligas, se organizaron encuentros regionales de mujeres. Para dar cuenta de lo avanzado que estaban en el término organizativo y de las demandas y reivindicaciones. Establecen que los hombres se preocupaban fundamentalmente por la tenencia de la tierra y por la cuestión de la comercialización de los producto, pero además, plantean otra cuestión que tenía que ver con la salud, la educación, o sea que tenían que ir más allá de las mujeres. Hubo varias compañeras que ocuparon roles sumamente importantes dentro de la organización.
Ofelia Medina fue una integrante, es del Chaco y fue una de las oradoras del Cabildo abierto que se arma y que relata este libro.
¿Se tiene presente cuál era el requisito fundamental para formar parte de las Ligas Agrarias?
Cristián Vázquez: No hacen distinción son apolíticos no, son apartidarios, no son apolíticos. Según los registros, dicen que se pueden afiliar todo más allá del credo religioso y cualquier persona que quiera trabajar en pos del bienestar de la familia y de los productores entonces ellos nos hacen una distinción del tamaño de las tierras que puedan llegar a tener. Pero se entiende que aquellos que tenían grandes extensiones de tierras no iban a estar ahí porque iban en contra de sus intereses.
Las Ligas estaban en contra de los grandes monopolios, en el caso del Chaco del monopolio del algodón, pero en otros lugares que tiene que ver con el té, la yerba mate, el tabaco.
A quien confrontaban o interpelaban era el Estado. Querían era que el Estado intervenga fuertemente para que garantice mejores condiciones de producción y bienestar para la inmensa mayoría de los productores.
¿Cuándo comienza la represión y desarticulación de las Ligas Agrarias?
Cristian Vázquez: Según lo que investigamos, se desarticula un poco antes del inicio formal del golpe militar. La persecución contra los miembros de las Ligas comenzó mucho tiempo antes que la dictadura. En el NEA hay un hecho que sucede en Formosa, que es el 5 de octubre de 1975, es un intento de copamiento del regimiento que hace intensificar la represión en toda la región y sirve un poco como archivo expiatorio para intensificar la represión contra las Ligas específicamente.
Las ligas en el Chaco, representaban el mayor nivel de conciencia y organización de los productores. Para muchos era considerado como un momento de alegría, de lucha, de encuentro, de logros. Pero para otros, era la causante de la represión. Surgió mucho el “no te metas, no se organicen”.
Querían era que el Estado intervenga fuertemente para que garantice mejores condiciones de producción y bienestar para la inmensa mayoría de los productores.
Los servicios de inteligencia tenían observados a los liguistas, al principio como estaban ligados a la iglesia, a lo nacional, a la familia, los veían con simpatía. Pero con el pasar de los años, cuando las ligas van adquiriendo mayor capacidad de movilización, los servicios de inteligencia se dan cuenta que las Ligas van disputando el modelo de desarrollo económico, discutían si se iban a quedar las grandes corporaciones con todo lo que produce el campo, o si se van a quedar eso los propios productores a través de la cooperativa. Ese es el gran debate.
Hay que recordar que las cooperativas se impusieron, hasta la dictadura militar, y se ocupaban mayoritariamente de las actividades económicas.
Entonces, ahí también hay un cambio de representación. De ser un fenómeno y una experiencia a considerar como positiva, a cada vez comenzar a cuestionar la situación, a ser vista con recelo, hasta pasar a ser el actor a reprimir. Y así ocurrió.
