Este día del y la periodista es más que nunca un día de lucha y reclamo. Lejos quedaron aquellos 7 de junio de festejos. Las condiciones de precarización y explotación laboral aumentaron exponencialmente en éstos últimos tres años y medio en un país que atraviesa una feroz crisis social, económica y política, que empuja a la apatía a trabajadores generando un sálvese quien pueda.
En 2015 dijimos “Macri Nunca” como una premonición de lo que podía pasar. Y fue tal cual: un gobierno neoliberal que protagonizó una megadevaluación de la moneda; dio marcha atrás con muchos de los derechos conquistados por la clase trabajadora; quitó subsidios a los servicios; subió tarifas; y prácticamente no permite discutir salarios; entre otros retrocesos graves.
Pasaron cosas, y fueron peores de lo que nos imaginábamos y advertíamos desde nuestra entidad sindical en 2015.
El periodismo chaqueño, como el del resto del país, atraviesa una de las peores crisis de su historia. Los últimos “acuerdos paritarios” fueron más una burla que un aumento real porque los porcentajes firmados no llegaron ni a acercarse a los índices de inflación, empobreciendo a los periodistas e incrementando los niveles de tensión en las empresas, haciendo recrudecer presiones, censura e incluso amenazas de despidos a compañeros registrados.
La situación es aún peor para el 50 por ciento de los periodistas que trabaja en la precarización, es decir, en negro y en condiciones de desprotección casi total.
Es notable la reducción de los planteles en las empresas periodísticas, una situación que empezó a darse en 2016 y que a la fecha no hizo más que agravarse. Hay medios que avanzaron contra los trabajadores y las trabajadoras con retiros voluntarios (una forma encubierta de despido), modificaciones horarios y quita de beneficios, entre otras medidas de achique y ajuste.
Por si fuera poco, tenemos en el Chaco un gobierno provincial cómplice que no controla y por el contrario, paga pautas millonarias a los empresarios de medios que no cumplen con las leyes.
Desde el Sindicato de Prensa, este 7 de junio decimos nunca más. Queremos un periodismo responsable, que trabaje en libertad, cumpliendo con su rol social de informar, pero con condiciones laborales dignas. Entendemos que la situación lleva a tratar de sobrevivir y cuidar sus puestos de trabajo, pero estamos convencidos y convencidas que la mejor forma de luchar es hacerlo unides y en la calle, peleando y defendiendo nuestros derechos. El momento impone una respuesta solidaria y en conjunto.
