Familiares, amigos y allegados no bajan los brazos ni callan sus voces ante la injusticia del caso por la Niña Cielo. Este jueves por la mañana, volvieron a reunirse en la vereda del Fuero de Civil, Adolescencia y Familia del Poder Judicial para exigir que se respeten los derechos y la infancia de la niña.
«La tienen prácticamente en cautiverio», fueron las palabras del tío de Cielo, Brian Ozog Branjovich, quien aceptó hablar con este medio sobre el caso que generó una fuerte conmoción social. «La nena manifestó querer estar con su mamá, con su familia, con la cual tiene una vida normal, una vida feliz. Es una nena que tuvo un año escolar excelente y realizaba diferentes actividades. Actualmente iba a la colonia de vacaciones, tiene amigos, tiene abuela, abuelo materno, tiene primos. Y lo que hizo la justicia, la doctora Karina Feldman, fue darle la guarda a su abuelo paterno, quitándosela de los brazos a la mamá para entregarla a un grupo de personas que hoy la tienen blindada dentro de la casa«, manifestó mientras sostenía firmemente un cartel de Justicia por la Niña Cielo.
Los bocinazos de los autos y motos que cruzaban acompañaban el pedido de una madre que ante el dolor, las amenazas y la persecusión, se mantiene en pie por el bienestar de su hija. «La nena no está asistiendo a colonia de vacaciones, dejó de ver a sus amigos, dejó de ver a su familia materna. La tienen prácticamente en cautiverio. Y yo me pregunto para qué. ¿Tienen miedo de que la nena cuente, de que la nena hable, que le cuente a sus compañeritos o a sus seños lo que sucedió?«, sostuvo el tío de la niña a ElDiario de La Región.
El pasado 16 de diciembre la jueza Claudia Karina Feldmann, del Juzgado de Niñez, Adolescencia y Familia N°1, dispuso que la niña de seis años quedara al cuidado de sus abuelos paternos, con la prohibición de contacto con su madre. La medida se tomó bajo el argumento de que «no se observan riesgos, al momento de la evaluación, en la convivencia». Un informe del Equipo Interdisciplinario del Fuero Civil recomendó mantener la estadía de la menor en la casa de los abuelos para «afianzar y fortalecer el vínculo con ellos».
La abogada defensora de la madre, Aldana Ross, cuestionó el fallo, destacando que los abusos sufridos por la niña habían sido corroborados mediante informes médicos y psicológicos. Asimismo, reiteró las acusaciones contra los abuelos paternos por su presunta complicidad en los hechos denunciados.
¿Tienen miedo de que la nena cuente, de que la nena hable, que le cuente a sus compañeritos o a sus seños lo que sucedió?»
Un Estado ausente
A pesar de ser un hecho aberrante, donde el abusador tiene mas derechos y protecciones que su víctima, el Estado continúa cómplice de la violencia. «Hay una falta de respuesta tanto por parte de la justicia como del Estado provincial ante la aberración de los derechos de una nena. No hay ninguna novedad formal ni informal«, denunció Ozog.
«El Estado provincial no puede mirar para el costado, el fin no justifica los medios, se la arrancaron de los brazos de la mamá y yo me pregunto y le pregunto al Estado ¿eso es un secuestro institucional? ¿por qué miran para el costado? El Estado no está presente. Tampoco el Poder Judicial está dando respuestas de manera formal. Los abuelos que tienen la guarda de la niña no responden los llamados de los padres del colegio para verla, para que la nena pueda jugar con sus compañeros. No responden los mensajes ni llamados de los abuelos maternos, la tienen encerrada y blindada. Yo me pregunto, con el daño emocional y físico que ya le generaron, ¿van a continuar haciendo esto?», señaló por último el tío de la niña, cuya infancia continúa siendo vulnerada y violentada.