La pobreza saltó del 40,1% al 52,9% en el primer semestre de 2024 frente al mismo período del año previo, mientras que la indigencia escaló del 9,3% al 18,1%, según informó este jueves por la tarde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Extrapolado a la población total, esto implica que unos 24,8 millones de argentinos están en condiciones de pobreza, mientras que otros 8,5 millones en situación de indigencia.
El 42,5% de los hogares se encuentran bajo situación de pobreza, unos 4.319.760 hogares, donde vive el 52,9% de las personas. Dentro de ese conjunto, se distingue un 13,6% de hogares por debajo de la línea de indigencia (LI), unos 1.378.142, que incluyen al 18,1% de las personas.
Según datos del propio INDEC, el índice de salarios promedio para los trabajadores formales fue, entre enero y junio de este año, 15% inferior, en términos reales, al promedio del segundo semestre de 2023, tomando en cuenta la inflación que tuvo la CBT desde julio del año pasado.
Recientes datos del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) indicaron que la pobreza se instaló en el 52% de la población argentina y alcanzó un récord desde 2004. En paralelo, la indigencia fue del 17,9%.
El informe de la entidad remarcó que la cifra llegó a alcanzar el 54,9% en los primeros tres meses del año, para luego descender al 49,4% entre abril y junio, como resultado de la desaceleración de la inflación y el repunte de los salarios reales.
El director del observatorio, Agustín Salvia, remarcó que la pérdida de puestos de trabajo en el sector informal de la economía y el bajo salario en el sector privado son dos factores cruciales a la hora de los altos niveles de pobreza e indigencia.
»El sector de los trabajadores informales pobres, que cayó en la indigencia y que depende en gran medida de los programas sociales, no se recuperó. Es en este contexto que se observa una mayor desigualdad entre los distintos sectores trabajadores», agregó.
Vale recordar, no obstante, que el indicador de la UCA no es estrictamente comparable con el del INDEC, dado que tienen metodologías distintas.