Este viernes se realizó frente a la sede de Fiscalía de avenida 9 de Julio, una «parada simbólica» para pedir justicia por el transfemicidio de la activista Fabiola Ramírez. Por el crimen están detenidos los hermanos Hernán y Ramiro Rodríguez, imputados en la causa caratulada como «homicidio agravado por odio hacia la identidad de género».
En declaraciones para El Diario de la Región, Sofía Díaz, comentó que la iniciativa surgió para «mover la causa desde el activismo, la militancia, los derechos de nuestra población y por eso nos convocamos hoy frente a la Fiscalía que está llevando adelante de la investigación». «Somos todas militantes, activistas, compañeres trans y también las abogadas de la causa. Hicimos la convocatoria para la población en general, porque estos crímenes de odio no pueden suceder en una sociedad que cada vez está avanzando más en derechos. Convocarnos, volvernos más visibles, es una herramienta política indispensable en una democracia participativa», acotó.
La abogada querellante, Indra Boneta, del equipo del programa de Litigio Estratégico de la Secretaría de Derechos Humanos y Género, informó que el jueves la Fiscalía requirió la elevación a juicio «agotada la etapa de investigación». «Ahora habrá un plazo para que la defensa se expida al respecto y luego tendremos una audiencia con la jueza o juez de Garantías. Así que cumplido esto, se elevará a juicio finalmente la causa, aún no hay fecha cierta», explicó.
Recordó que, por el crimen de odio, hay dos hermanos detenidos: Hernán (21) y Ramiro (19) Rodríguez. «Ambos están detenidos, en distintos lugares, y también cuentan con defensas públicas distintas», comentó.
«Como Secretaría esperamos sentar un precedente. Que esta causa lleve como carátula y se sentencie como transfemicidio. El requerimiento se hizo por el agravante de odio y, por una cuestión política, nosotros decidimos sostener que fue un transfemicidio», apuntó la abogada.
Recalcó que «es importante que se haga una diferencia sobre estas violencias que son particulares. Esta cuestión de los crímenes de odio, por ahí uno cree que va hacia la subjetividad de la persona que comete el delito, que es un delito individual, y en realidad no es un hecho aislado. Viene por violencias estructurales, por esa posición de descarte hacia la población travesti trans. La población siente la habilitación para estos delitos».
Explicó que la pena por este delito es perpetua, «como todo homicidio agravado; tanto los agravantes que se proponen de fiscalía como el nuestro llevan una pena perpetua y a eso vamos».
«UNA ACTIVISTA»
«Fabiola era una piba presente en todas las marchas y manifestaciones; en todos los momentos en los que había que luchar por alguna injusticia social; bailando con los tambores, dándolo todo», fue la expresión de Esteban Molina, amigo de la activista asesinada en marzo pasado. «Era una persona con muchos sueños, muchas intenciones a futuro y hace siete meses, el odio estructural nos la quitó de una forma muy violenta. Por eso estamos aquí, en honor a ella», sostuvo.
Marcó que, «no muchos años atrás, las disidencias, las personas trans, han vivido situaciones de violencia y de homicidios y las causas quedaban archivadas y olvidadas. No queremos que siga pasando eso, exigimos el mayor cargo posible para estas personas que nos quitaron, nos robaron la vida de Fabiola. Estamos presentes para pedir justicia, para que esto no vuelva a ocurrir, para que ninguna persona disidente, chica o chico trans, sufra estas situaciones de violencia y de odio».