Los datos recientes sobre la actividad económica de abril son tan negativos, o incluso más, que los de febrero y marzo. La actividad metalúrgica, considerada una verdadera «madre de industrias» por su gran impacto en el empleo manufacturero, experimentó el mes pasado una caída interanual del 19,5%. Durante el primer cuatrimestre, este sector acumuló una contracción del 8,6%, según un informe de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra). En comparación con marzo, se registró una disminución del 2,3% en la actividad del sector.
Este retroceso en la metalurgia se suma a otros indicios que reflejan la severa depresión económica que atraviesa Argentina. En abril, el sector automotor sufrió su quinta caída interanual consecutiva, con una disminución del 21%, mientras que los despachos de cemento se redujeron en un 35,6%. Además, el consumo de energía eléctrica por parte de grandes usuarios industriales disminuyó significativamente, en un 9,5%, lo que evidencia la baja utilización de la capacidad instalada en la manufactura. Por otro lado, los patentamientos de maquinaria agrícola mostraron una caída del 27,8% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Varios factores están contribuyendo a la caída libre de la actividad industrial. En primer lugar, la severa recesión del mercado interno, impulsada por la disminución de los ingresos reales de trabajadores y jubilados. En segundo lugar, un esquema impositivo y comercial desfavorable para la industria, caracterizado por el aumento del impuesto PAIS en la actividad local y una apertura comercial destinada a controlar los precios internos. En tercer lugar, la apreciación cambiaria, que reduce el costo de las importaciones y encarece la producción nacional en dólares. Por último, el ajuste fiscal debilita aún más la ya frágil demanda interna.
(Fuente: Página /12)
