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La guerra en Ucrania y la crisis alimentaria, el eje del debate

Los representantes de Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Reino Unido y Japón tuvieron los pronunciamientos más duros en torno a la invasión rusa. Los discursos fueron seguidos por el canciller ruso, Serguei Lavrov, por la ausencia del presidente Vladimir Putin.

La guerra en Ucrania y la crisis alimentaria acapararon ayer los discursos de los líderes políticos en los debates y las posteriores reuniones bilaterales que tuvieron lugar durante el primer día de la cumbre del G20 en la provincia indonesia de Bali.

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, exigió «terminar la guerra” para que no derive en otra “guerra mundial”, al dar inicio formal al encuentro.

“Si la guerra no termina va a ser difícil para nosotros asumir la responsabilidad del futuro de las próximas generaciones”, continuó el anfitrión del encuentro y declaró: «No deberíamos dividir el mundo en partes. No nos debemos permitir caer en otra guerra mundial».

Minutos antes, los jefes de Estado y de Gobierno participantes fueron recibidos uno por uno en el lugar de los debates, el hotel The Apurva Kempinski, ubicado en la zona de Nusa Dua, caracterizada por la gran cantidad de hoteles y complejos turísticos que bordean las paradisíacas playas de Bali.

El último en arribar fue el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en medio de un imponente operativo de seguridad.

Gran parte de los debates en las sesiones de discusión giraron, como era de esperar, alrededor de la guerra en Ucrania iniciada en febrero pasado con la invasión rusa.

Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Reino Unido y Japón fueron algunos de los países que tuvieron las palabras más duras contra Moscú, en la cita a la que asistió el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, al frente de la delegación por la ausencia del presidente Vladimir Putin.

El funcionario, que estuvo sentado entre sus pares de México y Brasil, Marcelo Ebrard y Carlos França, escuchó todas estas intervenciones sin levantarse de su asiento, al contrario de lo que sucedió en la reunión de titulares de ministros de Relaciones Exteriores del G20 de julio pasado, en el mismo escenario de ayer.

Lavrov permaneció en su puesto incluso durante la intervención del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien afirmó que sus tropas «no permitirán a Rusia que se tome un respiro» para comenzar «un nuevo episodio de terror y desestabilización».

«Estoy convencido de que ahora es el momento en que la debe y puede terminar la guerra destructiva de Rusia», declaró Zelenski, quien había sido invitado a participar de forma personal pero finalmente decidió hablar por videoconferencia, como lo hizo en otros foros internacionales desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.

En declaraciones posteriores, Lavrov dijo que las reivindicaciones de Ucrania para iniciar negociaciones «son manifiestamente no realistas» y acusó a Occidente de desplegar una «guerra híbrida» contra ellos.

Incluso el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, habló del tema como invitado a la cumbre en Bali, al pedir un alto el fuego de un mes en Ucrania durante la celebración del Mundial de Qatar que empieza el domingo.

A la hora de tomar la palabra, el presidente chino, Xi Jinping, advirtió contra el uso de alimentos y energía como armas, en una posible crítica velada a la invasión rusa de Ucrania.

«Debemos oponernos firmemente a la politización, instrumentalización y uso como arma de los problemas alimenticios y energéticos», declaró Xi, que al mismo tiempo reafirmó su oposición a la política occidental de sanciones unilaterales, en referencia a las represalias contra el Kremlin por la invasión de Ucrania.

En su regreso a los foros internacionales de forma presencial tras casi tres años de ausencia autoimpuesta por la pandemia de COVID-19, el mandatario chino se convirtió en Bali en el líder más codiciado, con una numerosa agenda de reuniones bilaterales en los márgenes de la cumbre.

Xi arrancó el día con un encuentro con su homólogo francés, Emmanuel Macron, y luego se juntó con el presidente Alberto Fernández y los líderes de Australia, Anthony Albanese; de Senegal, Macky Sall, y de España, Pedro Sánchez, entre otros.

El otro gran tema que acaparó los discursos y que incluso era uno de los títulos de la sesión de debates, fue la crisis alimentaria resultante de la invasión de Ucrania, uno de los mayores exportadores de granos.

«En África, como en muchas otras partes del mundo en desarrollo, millones de personas pasan hambre. La inseguridad alimentaria mundial está empeorando y hay varias razones para ello», advirtió en el mismo sentido el mandatario sudafricano Cyril Ramaphosa.

Hoy será el segundo y último día de la cumbre, los líderes plantarán manglares, un árbol de la zona que cumple un rol clave en la mitigación del cambio climático global y que en muchas zonas fue deforestado para construir granjas para la cría de camarones, y luego debatirán sobre transformaciones digitales.

A las 15 hora local (4 hora Argentina) está prevista la ceremonia en la que Indonesia le traspasará a India la presidencia del G20, con la próxima cumbre de jefes de Estado ya agendada para el 9 y 10 de septiembre de 2023 en Nueva Delhi.

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