DestacadasLa ProvinciaÚltimas noticias

Hugo Yasky: «La mejor escuela política es la movilización social»

El dirigente de la CTA y diputado nacional fue entrevistado por elDiario y habló de lo que ocurre puertas adentro en el Congreso, también de la importancia que tiene la organización sindical en tiempos de represión y políticas de ajuste.

Hugo Yasky, diputado nacional y secretario general de la CTA de los trabajadores llegó a Resistencia el sábado para participar del plenario regional de la CTA en Chaco. En ese marco, también visitó la Casa por la Memoria, donde se realizó el Encuentro de Derechos Humanos del Litoral para debatir un agenda de futuro frente a las políticas apologistas del genocidio.

elDiario de la Región pudo entrevistar a Yasky, quién realizó una sintesis de lo que ocurre en el país en materia política y organización sindical. Dedicó un instante a hablar de la organización sindical y el contexto de unificación de la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma; también de lo que se vive puertas adentro del Congreso de la Nación donde la próxima semana se tratará el veto o no a la Ley de Financiamiento Universitario.

¿Qué análisis merece lo que está ocurriendo en el desfinanciamiento de la salud pública? Como lo que ocurre con el hospital de Salud Mental Laura Bonaparte y el Garrahan.

Hugo Yasky: Creo que es una expresión de la crueldad de una política de extrema derecha que no solamente aplica el ajuste con un criterio absolutamente despojado de cualquier consideración que tenga que ver con el daño social que se está produciendo, sino que además utiliza esto como un elemento disciplinador.

Yo creo que incluso eligieron cerrar este centro hospitalario como represalia por la marcha por el financiamiento de las universidades. Lo tendrían en sus planes, pero estoy seguro que habrán dicho, pongámoslo ahora, demostrémosle que vamos a devolver golpes por golpes a cualquier reclamo que hagan.

Cerrar una institución que se ocupa de los niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad, que se ocupa de la problemática que tiene que ver con los consumos problemáticos, y que se ocupa fundamentalmente de darle respuesta al daño que produce en términos de salud mental a estas políticas mentales de ajuste es cruel.

Se ve con alarma el crecimiento de la tasa de suicidio y eso no es casualidad. Eso tiene que ver con la brutalidad que hoy estamos viendo que es una depredación de todo el tejido social, simplemente para garantizar que lo más rico de este país puedan todavía acumular más poder, pueda todavía acumular más lucro.

Eligieron cerrar este centro hospitalario como represalia por la marcha por el financiamiento de las universidades.

¿Por qué crees que están creciendo las marchas en las calles? Ya sea las de universitarios -que en algunos casos militaron activamente por la presidencia de Javier Milei-, reclamos sindicales, jubilados.

Hugo Yasky: Me parece que se empieza a rajar el encofrado que habían construido en términos políticos sobre la base del discurso que durante la pandemia mostraba al Estado opresor, impidiendo que la gente pudiera moverse libremente por la calle, que después su fruto, la frustración de mucha gente en el final del gobierno de Alberto Fernández habían logrado construir una especie de dique que les permitía decir, bueno, «nosotros somos capaces de hacer el ajuste más feroz del mundo y además tener disciplinado a los sindicatos, tener a los estudiantes con la cabeza gacha y encima tener apoyo en las encuestas». Hoy todo eso cambió.

Empiezan a verse desbordados por la protesta social, lo del otro día en todo el país, no solamente en Buenos Aires, empiezan a ver que caen en las encuestas y empiezan a ver que ese disciplinamiento que fueron imponiendo con la represión, se les empieza a resquebrajar porque a pesar del temor que generan. Por eso reprimen, por eso lo muestran. No es que se le escapa de las manos un golpe, no es que de pronto un policía le eche gas a una nena por un error de cálculo. Eso está todo premeditado, todo se muestra en las pantallas del televisor y el mensaje es quédate en tu casa. Con esos episodios le dicen a la gente: «Te conviene quedarte en tu casa, aguantar, quedarte». Creo que eso se empieza a romper.

¿Qué rol tienen las centrales de trabajadores, los sindicatos en este quiebre que está empezando a tener el apoyo a Milei y a su gobierno?

Hugo Yasky: Yo creo que juegan un papel importante. Aunque también es cierto que no todos los sindicatos promueven la movilización, hay un sector de la CGT que se puso en modo diálogo, apretó la tecla «pausa», pero la lucha sigue. Pero, ¿qué efecto tiene el diálogo de la CGT con el gobierno en términos de aminorar la afluencia de gente a la marcha? Ninguni. La marcha fue más grande que la anterior y el movimiento sindical que convoca esas marchas lo va a seguir haciendo. Para disgusto del gobierno.

Muchos cuestionan la convocatoria de los sindicatos a la marcha de los universitarios. Con lo cual, para mi lo que están diciendo es que ningún hijo de trabajador tiene derecho a aspirar, llegar alguna vez a la universidad. Pero hay que decirles que la escalera de la movilidad social ascendente, ya se la pateamos, así que no la busquen. Yo creo que los sindicatos tienen que tener un papel importante en estas luchas y en las que tienen que ver, por supuesto, con enfrentar la pobreza, con enfrentar la indigencia, con generar condiciones sociales que le torne imposible en algún punto al gobierno seguir aplicando este ajuste.

Foto: Fernando Papinutti.

¿Y en este contexto, la unificación de las CTA es muy simbólico, y preocupante para el gobierno, ¿no?

Hugo Yasky: Si, la unificación de la CTA surgió de una decisión que fue llenar el vacío que iba a dejar la decisión de la CGT de iniciar el diálogo con el Gobierno, llenar un vacío, una orfandad, que se empieza a olfatear en las calles.

Han dejado solos a los jubilados. No éramos todos los sindicatos, pero los que no estábamos ahí, pero de alguna manera se sentía. Entonces decidimos, de común acuerdo con la CTA Autónoma, que había que emitir una señal fuerte que era lo unificamos. Y llenamos este vacío no con las dos CGT porque no alcanza, sino convocando a otros sectores. Pero tenemos que legitimarnos y queremos convocar a unificar la lucha, tenemos que unificarnos nosotros. Entonces ahora estamos en la tarea de convocar a la corriente sindical federal, al sector de Pablo Moyano, a los organismos de derechos humanos, a los movimientos sociales. Y en ese camino ampliar el tejido, la articulación de ese bloque social que tiene que salir a confrontar y a tener presencia en las calles. Y la idea es como punto de llegada la reunificación orgánica, es decir, llegar a tener una sola CTA sin apellido, digamos.

La unificación de la CTA surgió de una decisión que fue llenar el vacío que iba a dejar la decisión de la CGT de iniciar el diálogo con el Gobierno.

Este Gobierno nacional ha planteado una fuerte presencia de organismos de inteligencia que operan en las calles y también en el plano mediático. ¿Cómo es el sistema de protección o de cuidado de los dirigentes sindicales y de la gente que acompaña cada protesta? Teniendo en cuenta que en cada marcha se han vivido situaciones de represión que luego de tergiversan en los medios de comunicación. 

Hugo Yasky: Veníamos de una etapa de largos años de gobierno del kirchnerismo donde uno participaba de las marchas, sabía que iba y salía de la marcha sin ningún tipo de consecuencia, al contrario, el cuidado era para que la marcha se pudiera hacer fuera de signo a favor o en contra del gobierno. Hoy la realidad es otra.

Tenemos que empezar a reactivar algunos dispositivos que solíamos utilizar en otras épocas para garantizar que primero que las marchas tengan el menor riesgo de ser reprimidas. Esto significa dispositivos de seguridad para cuidar a los compañeros. Significa definir claramente en qué momento y cómo iniciamos el acto; y en qué momento finalizamos.

En una de las últimas marchas, algunos periodistas decían que los sindicatos se fueron y dejaron sola a la gente, y no fue así. Los sindicatos hicimos el acto, cantamos el himno, varias veces advertimos que había que desconcentrar, por dónde había que salir, hay que organizar ese dispositivo para que la marcha no termine cuando la policía decide, porque sabemos que nos están mirando desde una pantalla y en algún momento decide, bueno, ahora está el momento en el que tenemos que reprimir y nosotros tenemos que evitar.

También debemos construir una formación política que no nos muestre tan relajados en el momento en que salimos a la calle o hacemos un acto frente a un Ministerio. Ellos necesitan mostrar la represión, necesitan mostrar que son capaces de disciplinar, que son capaces de generar miedo en la población y nosotros necesitamos contraponer a eso a la seguridad que te da el saber que estás organizado, que de alguna manera tenés una organización que está con los ojos abiertos para garantizar que uno pueda marchar y volver a la casa.

Ellos necesitan mostrar la represión, necesitan mostrar que son capaces de disciplinar.

¿Cómo es la convivencia dentro de la Cámara de Diputados con estas personas totalmente negacionistas que avanzan con proyectos de ley, que avanzan en contra de todo un proyecto nacional y popular?

Hugo Yasky: Es una situación muy impactante porque dentro del Congreso se escuchan cosas que uno pensaba que no iba a volver a escuchar en este país. Desde la reivindicación del negacionismo hasta una especie de intento de revivir la teoría de los dos demonios, reivindicación de lo genocida. Algo que uno se imaginaba no podía suceder en el Congreso.

Discusiones saldadas, que huelen a naftalina, que son viejas. En algunas comisiones, como la de Derechos Humanos, están particularmente tensionadas en este momento, porque hay una disputa entre dos miradas de la realidad que son absolutamente antagónicas. No es que hay diferencia de graduación, es decir, hay un antagonismo de quienes plantean impunidad para los genocidas, negacionismo, teoría de los dos demonios. Hasta hay algunos que están planteando declarar como crímenes de lesa humanidad, algunos de los episodios protagonizados por las fuerzas guerrilleras, lo cual significa reescribir la historia, ya no es un Estado terrorista que utiliza su fuerza contra grupos insurgentes, sino dos bandos en pugna.

Todo eso se debate en este momento y se debate también el reposicionamiento de la oposición ahora va a ser de manera dramática la semana que viene, porque como los votos que van a significar veto o no veto de la Ley para el Presupuesto Universitario. Todo eso se va a tensionar y hacia dentro de los bloques opositores que hasta ahora fueron dóciles acompañantes del oficialismo de Milei, empieza a ponerse en tela de juicio ese tipo de práctica.

Así empiezan a aparecer voces cada vez más fuertes que dicen no podemos seguir acompañando esto, tenemos que abrirnos definitivamente y creo que nos pone eso en un Congreso que va a tener más fuerza para quizás plantearse, para mí, un objetivo irrenunciable que es derogar definitivamente el DNU, que fue el punto de inicio del fin de este Gobierno que arrasó con los derechos de las argentinas.

Foto: Fernando Papinutti.

¿Por qué pensás que ocurrió esto de diputados que se pensaba que iba a ser más opositores y resulta que terminaron votando leyes como La ley Bases y asi con otras normas, incluso la de Financiamiento de Universidades?

Hugo Yasky: Hay de todo. Hay una influencia muy fuerte de algunos gobernadores, como por ejemplo el de Mendoza Cornejo dentro del radicalismo, que tracciona para que haya un acompañamiento a las políticas de Milei. Es el típico discurso bueno, hay que permitirle gobernar, como si permitirle gobernar fuera todo este desastre que estamos viviendo. Hay algunos que se venden por intereses personales como cargos en organismos internacionales, cargos en la gerencia, hay otros que son todavía más rústicos y se venden por dinero. Las ratas de las que habla Milei, son las de él, las que se venden.

Las ratas de las que hablaba Milei, son las de él.

También hay un pensamiento muy reaccionario de sectores que se visten de oposición, pero en el fondo piensan igual. Les tienen más miedo a votar con el kirchnerismo que a votar con Milei, aunque parezca mentira, eso pasa mucho. Creo que eso ahora va a empezar a cambiar. Empieza a cambiar porque crece el descontento con las políticas de Milei, crece la idea de que como pasó con la universidad pública, hay cosas que no se pueden renunciar, y algunos miembros que se decían opositores pero que en realidad actúan como oficialistas, sienten que no pueden seguir sosteniendo esa ficción, esa hipocresía.

Por ejemplo, fueron muchos diputados del radicalismo a la primera marcha universitaria, y después no bajaron a dar quórum en la sesión que ellos mismos habían pedido. El radicalismo pidió una sesión para discutir el presupuesto universitario. Después de la primera marcha, nuestro bloqueo bajó entero y varios del radicalismo no.

¿Cómo se dialoga con la sociedad que no hace una autocrítica a lo que votó? ¿Cómo se la puede interpelar para que reconozca, digamos, el modelo que eligió, que en muchos casos va contra sus intereses y no representa realmente lo que muchos quieren? 

Hugo Yasky: Yo creo que la mejor escuela política es la movilización social. Hay gente que no la va a convencer nadie, que se va a convencer sola, como se están convenciendo muchos de los chicos que votaron a Milei, fueron a la primera marcha, volvieron a esta segunda marcha, y si Milei les veta la ley definanciamiento universitario, habrán hecho un aprendizaje. Tendrán que abrir los ojos a una realidad.

Lo mismo con los jubilados, lo mismo con los movimientos sociales. Mucha gente en los movimientos sociales votó a Milei, creyeron en eso de «va a pagar la casta», se imaginaron que la casta era lo que están en arriba y resulta que la casta eran los votantes. Y hoy saben que pagan ellos.

Lamentablemente, la experiencia los va a convencer. 

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba