Desde Estados Unidos, donde realiza la cuarentena en medio del parate del fútbol, Gonzalo “Pity” Martínez fue noticia por compartir su deseo de volver a River a corto plazo y por confesar que su mejor gol se lo hizo a Gremio y no a Boca por la Copa Libertadores 2018; pero, también por enojarse en las redes sociales con el club que lo vio nacer: Empleados de Comercio de Mendoza.
Es que la FIFA falló a favor de la institución en el reclamo del mecanismo de solidaridad por sus derechos formativos, por lo que Atlanta United fue intimado a efectuar el pago de 140.000 dólares en los próximos 30 días.
«Ojalá, le digan a la FIFA que yo a los 14 años dejé de jugar al fútbol culpa de ellos. Por negociar el pase de un niño que sólo quería llegar a Buenos Aires para triunfar y ayudar a su familia. Vergüenza. Siempre les importó más la plata que los sueños de muchos chicos mendocinos.
Nunca me dieron nada de nada, todo esfuerzo de mis viejos”, reza el mensaje de una de las dos historias que subió Pity a su cuenta de Instagram, aunque después se arrepintió y los borró.
Mientras que en el otro posteo, el jugador tampoco bajó el tono: «Ojalá, esa plata vaya a quienes más lo necesitan, como los hospitales».
El conflicto entre Pity y el club mendocino viene de larga data, más precisamente desde enero de 2019, cuando el jugador se fue de River y firmó con el equipo de la MLS luego de conquistar la Libertadores 2018 ante Boca en Madrid. En ese momento, el jugador tuvo que lidiar con CEC, que además lo trató de «mentiroso», para poder firmar su nuevo vínculo y que al Millonario le ingresaron cerca de 12 millones de dólares.
Justamente ayer el presidente mendocino, Guillermo Pereyra, le había tirado con munición pesada. «Toda la provincia está repudiando lo que hizo. Por eso, creo que algo le hicieron pensar. Nunca se acordó del club en el que se formó. Nos corresponde este dinero. La FIFA dice que es lo que hay que pagarle a las instituciones, pero hay intención de que ese dinero no venga», tiró.
De esta manera, Atlanta United tendrá 30 días de plazo, a partir del 7 de abril, para cancelar la deuda que fue reclamada en mayo de 2019 y por la que la FIFA falló hace más de dos meses. Al no pagar, la primera multa fue de 15 mil francos suizos, pero en caso de que no cumpla nuevamente con el pago, quedará inhibido para realizar cualquier tipo de operaciones con futbolistas en todas las divisiones.