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Gastronómicos: “Las restricciones nocturnas no tienen sentido”

El dirigente de la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos cuestionó el despliegue policial para verificar el cierre de locales, sin la verificación del cumplimiento del protocolo. Sumado a ello, señaló que “Estos horarios, además de fundirnos, lo que hacen es promover la clandestinidad”.

Juan Frangioli, dirigente de la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos y propietario del bar Skull, dialogó con elDIARIO de la Región sobre la situación en el sector luego de las nuevas restricciones de circulación en el marco de la segunda ola de la pandemia. En principio, comentó que “El mayor problema hoy es el horario. No nos sirve. Poner en marcha toda la maquinaria del bar, traer los empleados, el gasto eléctrico y los insumos para trabajar tan pocas horas hasta se vuelve no rentable. No te conviene abrir”.

Consultado por la actividad durante la semana en el bar, graficó: “Abrimos a las 18 y hasta las 20 está vacío. Ya son las 21 15. En lo que va del día, metí una mesa de dos personas y me queda 1.15 de trabajo. Hoy pierdo plata seguro. Esa es la realidad mía y del resto de los bares”.

“Esta medida nos mata. Los bares se están fundiendo. Acá no hay cultura de salir temprano. Hay algunos que pueden abrir al mediodía porque les da la zona o el tipo de gastronomía, pero el resto que no puede hacer eso va derecho a la quiebra. Estamos yendo a cerrar el bar. Se le debe mucha plata a la AFIP y de alquiler, no se puede comprar insumos, apenas pago sueldos” lamentó.


“Las restricciones horarias nocturnas no tienen sentido ni lógica y hasta hace desfavorable la cuestión sanitaria, porque la gente viene al bar, los echamos a las 10, salen de acá y se van a juntar a un lugar no controlado. Nadie se va a ir a dormir un fin de semana a las 10 de la noche. Ahí es donde está la cuestión. Los horarios, además de fundirnos, lo que hacen es promover la clandestinidad” precisó Frangioli.

En ese marco, mencionó la modalidad que adoptó la provincia de Corrientes, manteniendo los bares y restaurantes abiertos hasta las 03. “Antes de este último decreto, gran parte de la gente de Resistencia salía allá” dijo.
“Hay que habilitar los bares, pero controlarlos. Que se pare un inspector afuera toda la noche si hace falta y que exija distanciamiento y todas las medidas que componen el protocolo. De esa manera tenés controlada la gente que sale. Eso no se hizo, se controló una vez al inicio de la pandemia y nunca más. Lo que hacen es poner un patrullero a las 10 de la noche para verificar que cerremos, no para ver que cumplamos o no con las medidas sanitarias” planteó.

Comparando con las medidas impuestas el año pasado, recordó que “Había ahorros que permitieron sostenernos, nos reinventamos y la peleamos. Varios quedaron en el camino. Nosotros subsistimos, pero la segunda ola es una tocada final. Es la primera vez en 5 años desde que llevo este negocio que realmente estoy pensando en cerrarlo. Me estoy tapando de deudas y no se vislumbra una salida ni un panorama alentador ni a mediano plazo”.
El propietario de Skull aclaró: “No estoy en contra de ninguna medida. Siempre apoyé, nunca hice nada en el bar de manera clandestina. Nunca abrí un minuto más de lo permitido. Nos vacunamos todos”.

“Se ha criminalizado la actividad nocturna y la están destruyendo. En Resistencia hay cada vez menos bares y los pocos que hay son malos porque nos fundieron. Hace un tiempo nos hacían sentir que tener un lugar nocturno estaba fuera de la ley. Los operativos que hacía la policía eran prácticamente allanamientos. Un local nocturno hace lo mismo que el que abre de 8 a 20. Sí, se vende alcohol, pero eso no tiene por qué ser juzgado como algo criminal” acotó.

Por último, comentó que “Argentina viene demasiada lenta con la vacunación, entonces, nos va a costar salir. La cosa se va estirar. Ahora es la segunda ola, dentro de dos meses la tercera, y en cada en una de ellas son los trabajadores los que tienen que bancar la parada”.

“Ni AFIP ni la Municipalidad han dejado de cobrar un solo impuesto. No se puede trabajar, pero igual hay que aportar, y ahí es donde la billetera de los que tenemos un negocio, colapsa” cerró.

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

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