La fotoperiodista argentina Sara Facio murió a los 92 años y deja un legado de trabajos icónicos en el campo de la fotografía. Fue pareja durante más de 30 años de la escritora María Elena Walsh y por su lente pasaron Julio Cortazar, Susana Rinaldi y Alejandra Pizarnik, entre tantísimos otros referentes de la cultura.
Feminista, pionera en actividades reservadas a los varones, como es el fotoperiodismo, ilustró de manera dramática y representativa dos momentos esenciales de la historia política argentina: la llegada de Juan Domingo Perón al país luego de 18 años de exilio, conocida como «La masacre de Ezeiza» y posteriormente la muerte del mandatario y su popular sepelio. Nacida en Buenos Aires en 1932, la fotógrafa comenzó su carrera como asistente de Annemarie Heinrich, fundó la editorial La Azotea y promovió la apertura de la innovadora Fotogalería del Teatro San Martín.
Entre los puntos fuertes de su carrera se encuentra la famosa foto blanco y negro que tomó de un joven Cortázar mirando a cámara con un cigarrillo en los labios, además de los retratos de Jorge Luis Borges, Alejandra Pizarnik, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa o Pablo Neruda, entre muchos otros. Captó la intensidad de las calles de Guatemala en los 70, de los hospicios mentales de Buenos Aires, y dio vida a la serie «De Brujos y Hechiceras» que incluyó a figuras destacadas como Astor Piazzolla, Roberto Goyeneche, Susana Rinaldi, Juan Manuel Fangio, Rómulo Macció, René Favaloro y Quino.
A lo largo de su carrera, la fotógrafa que partió a los 92 años recibió numerosos premios, expuso en el país y en el extranjero y sus fotografías integran colecciones públicas y privadas de países como Argentina, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia y Japón.
(Fuente: El Destape)