El expresidente de Bolivia Evo Morales afirmó este domingo que la decisión del Gobierno de Luis Arce de poner militares a controlar la venta de combustibles en estaciones de servicio para evitar su desvío al contrabando es el «inicio de la militarización» del país.
«Lo que dijo Lucho (Arce) que vamos a controlar las estaciones de servicio con militares es el inicio de la militarización de Bolivia, que sepa el pueblo boliviano», señaló Morales en su programa dominical en la radio Kawsachun Coca.
Según el exmandatario, quien está enfrentado con Arce desde fines de 2021, uno o dos soldados en las estaciones de servicio no tienen posibilidades de hacer un control real de la venta de combustibles, por lo que «sólo van a mirar».
«No se puede entender, ya empieza un proceso de la militarización«, sostuvo el líder del Movimiento al Socialismo (MAS), quien recordó que «no es misión de las Fuerzas Armadas estar en las estaciones de servicio».
Morales también aseguró tener información de que hay una instrucción para que las Fuerzas Armadas estén «en posición de apronte frente a las movilizaciones» anunciadas desde este lunes por sectores que protestan por la falta de dólares y de combustibles y por el encarecimiento de algunos alimentos.
Protestas y control militar
Desde el miércoles pasado, los militares controlan algunas estaciones de venta de combustible en pos de frenar el desvío de diésel y gasolina para el contrabando.
Esto se da luego de algunas protestas por parte de transportistas y comerciantes por la falta de dólares, por las filas en las distribuidoras de combustibles y por el incremento de precios de algunos alimentos.
El martes, un grupo de comerciantes inició una marcha de 98 kilómetros desde el Altiplano hacia la ciudad de La Paz para que el Ejecutivo garantice la circulación de divisas y la provisión de combustibles y tome acciones contra el encarecimiento de los alimentos.
Con las mismas exigencias, los chóferes del transporte nacional e internacional, que ya cumplieron bloqueos de carreteras de 24 y 48 horas, amenazan con cerrar las rutas indefinidamente desde este lunes.
El Gobierno dialoga con los transportistas para que suspendan su protesta, mientras que se prevé que la marcha de comerciantes llegue el lunes a La Paz.
Qué dice el Gobierno
El presidente Arce señaló hace unos días que estos problemas en la economía boliviana son fruto de la «especulación» y de «intereses políticos personales».
En un sentido similar, algunos ministros han asegurado que las protestas son el inicio de un «golpe de Estado» contra el Ejecutivo y culparon de esto a la Embajada de Estados Unidos, la oposición y los bloques oficialistas afines a Morales.
La Embajada estadounidense, en tanto, rechazó «rotundamente» esta acusación, mientras que Morales negó este domingo tener una alianza con el expresidente Carlos Mesa (2003-2005), el gobernador suspendido de la región de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y otros opositores, como asegura el Gobierno.