Primero Marte, ahora Venus. Ya son tres las nuevas misiones destinadas a visitar el gemelo infernal de la Tierra tras el anuncio de la Agencia Espacial Europea de enviar también una misión espacial a Venus. Junto a VERITAS y DAVINCI+ estará EnVision, el orbitador del plan Cosmic Vision de la ESA.
La Agencia Espacial Europea (ESA) se suma al barco Venus, anunciando que el lanzamiento de una misión a principios de la década de 2030.
«Nos espera una nueva era en la exploración de nuestro vecino más cercano, aunque tremendamente diferente, del sistema solar«, explica Günther Hasinger, director de ciencia de la ESA, en un comunicado. «Junto con las misiones Venus dirigidas por la NASA recientemente anunciadas, tendremos un programa científico extremadamente completo en este enigmático planeta hasta bien entrada la próxima década».
Además de las dos misiones de la NASA anunciadas el 2 de junio, la Agencia Espacial Europea enviará su misión para estudiar por qué nuestro sofocante vecino es tan diferente de la Tierra.
Desde 1990 solo ha habido dos misiones dedicadas al planeta venusiano: el orbitador Venus Express de la ESA y Akatsuki de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón. Si bien Venus Express se centró principalmente en la investigación atmosférica. EnVision tendrá un objetivo un poco más amplio. Su misión principal será comprender cómo los procesos geológicos dentro de Venus, como el vulcanismo y la salida de calor del interior del planeta, han afectado a la atmósfera a lo largo del tiempo.
LOS INSTRUMENTOS DE ENVISION
Contará con tres instrumentos científicos destacados:
Una sonda de radar para proporcionar información sobre la estructura subterránea del planeta
Un conjunto de espectrómetros para examinar la composición química de la superficie y la atmósfera de Venus
Un sistema de radar adicional para mapear la superficie (VenSAR, proporcionado por la NASA).
EnVision está programada para despegar poco después que las misiones de la NASA, entre 2031 y 2033 (y con un tiempo de crucero de 15 meses y un periodo de adaptación orbital de 16 meses que le situará en una órbita cuasipolar; concretamente, EnVision se colocará en una órbita baja de Venus, entre 220 y 540 kilómetros del planeta), y todas ellas nos ofrecerán la vista más detallada y completa de este planeta.
“Nuestra creciente flota de misiones nos brindará a nosotros, y a las generaciones futuras, la mejor información sobre cómo funciona nuestro vecindario planetario, particularmente relevante en una era en la que estamos descubriendo más y más sistemas de exoplanetas únicos”, concluye Hasinger.
La misión fue elegida en lugar de un proyecto de astrofísica llamado Theseus, que habría estudiado explosiones de rayos gamma muy distantes y otros eventos transitorios, con el objetivo de comprender el ciclo de vida de las primeras estrellas, según la ESA.
¿Estará Venus geológicamente activo aún? ¿Contará con océanos? ¿Pudo haber albergado vida? ¿Por qué Venus y la Tierra evolucionaron de manera tan diferente?
Estas misiones abrirán un poco más nuestro conocimiento sobre el planeta y podría ayudarnos a descubrir si representaría una visión del futuro de la Tierra si esta sucumbiese a un catastrófico efecto invernadero. Recordemos que Venus presenta el caso de efecto invernadero más intenso que conocemos, con una atmósfera repleta de dióxido de carbono.