Con 402.923 casos, Estados Unidos es el epicentro global de la COVID-19, que ya causó un total de 13.007 muertes en el país, según datos de la universidad norteamericana Johns Hopkins. La cantidad de casos confirmados ya superó al número de enfermos combinados en Italia, España y Francia, los siguientes tres países del ranquin global.
Pese a la expansión acelerada de la enfermedad y a que la Casa Blanca dijo que espera por lo menos 100.000 muertos en el país por la pandemia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazó declarar una cuarentena nacional y delegó esa decisión en los gobernadores de cada estado, que han impartido medidas de confinamiento más laxas que en Europa o Argentina.
ASISTENCIA ECONÓMICA
La crisis sanitaria se cobró millones de puestos de trabajo por la caída de la actividad económica, que ha disparado el desempleo a 4,4%, el peor índice desde la última crisis financiera en 2008. Para paliar esta situación, el Congreso de Estados Unidos analiza un paquete de asistencia adicional para contener el impacto económico de la pandemia.
La nueva ayuda, con más fondos destinados a las pyme y a los gobiernos locales y estatales, ascendería a 500 millones de dólares, según señalaron la presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, y Chuck Schumer, el líder de la minoría opositora en el Senado.
RESPETAR EL AISLAMIENTO
En tanto, la Casa Blanca instó de nuevo a la población a respetar las medidas de distanciamiento social y aislamiento para evitar una segunda ola de contagios en las próximas semanas. «Si la gente vuelve a salir, a interactuar socialmente, podremos ver una segunda ola de contagios muy fuerte muy pronto», alertó la doctora Deborah Birx, miembro del equipo nacional de respuesta a la COVID-19, en una entrevista con la cadena NBC .
UNA CLARA DESIGUALDAD
La situación es particularmente crítica en la ciudad de Nueva York , epicentro nacional de la pandemia, donde más de 3.500 personas fallecieron por la enfermedad.
El alcalde de la ciudad, el demócrata Bill de Blasio , reconoció hoy una «clara desigualdad» en cómo la pandemia está afectando a las diferentes comunidades, en especial a los latinos. Según los primeros datos preliminares difundidos por el intendente, 34% de los neoyorquinos muertos eran latinos -que a su vez representan el 29% de la población local-, 28% eran afroamericanos -22% del total de habitantes-, 27% blancos -32% de la población local-, y 7% asiáticos -14% del total de habitantes-. (Fuente: El Mundo).