El presidente de la Cámara de Empresas de Transporte Automotor del -Cetach-, Gustavo Larrea, expresó en comunicación con radio Libertad sobre la difícil situación financiera del transporte público en Chaco y la imposibilidad de pagar el aguinaldo completo a los trabajadores. Esto sucede en la semana en la que negocian con la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para evitar un paro anunciado para el jueves.
El conflicto entre las empresas del transporte público y la UTA en Chaco se profundizo por las dificultades financieras del sector, lo que pone en riesgo el pago del aguinaldo en tiempo y forma. Gustavo Larrea, presidente de la Cetach, advirtió que las empresas no podrán cumplir con el pago completo y señaló que se busca evitar un paro anunciado.
“La situación es sumamente complicada. Todo el esfuerzo financiero disponible fue previsto para los sueldos. De hecho, ya habíamos anticipado las dificultades a comienzos de diciembre y solicitamos a la UTA el pago del aguinaldo en tres veces”, explicó Larrea, desde la postura del sector empresarial.
Según el referente, la crisis se originó por la caída de las tarifas del sistema de transporte y la consecuente disminución de los aportes estatales. “El sistema de compensación del Estado está fijado por norma en función del uso del sistema sobre un valor de tarifa técnica. Inicialmente, la tarifa técnica era de 1770 pesos, y el Estado compensaba la diferencia entre esa cifra y la tarifa al usuario, que era de 1150. Sin embargo, con la caída de la tarifa a 710 pesos, las compensaciones se ajustaron a ese valor”, detalló.
Esto, afirmó Larrea, provocó “una doble penalización” para las empresas: la disminución de la recaudación y la baja en los aportes estatales. “Las empresas no son responsables de la caída de las tarifas, pero deben cumplir con los salarios y otras obligaciones, como proveedores y pagos fiscales. Lamentablemente, hemos llegado a un límite”.
Larrea confirmó que se propuso a la UTA abonar el aguinaldo en dos partes: la primera mitad esta semana y la segunda el próximo 15 de enero. No obstante, el gremio de los choferes exige el pago completo y amenaza con llevar adelante una medida de fuerza si no se cumple su reclamo.
“Estamos solicitando un marco de diálogo entre todas las partes para encontrar una solución. Lamentablemente, desde la Subsecretaría de Transporte no hemos tenido respuestas. Si no hay convocatoria, el sistema va hacia un nuevo retroceso”, advirtió.
El conflicto podría derivar en un paro de colectivos que afectaría directamente a los usuarios del transporte público. Mientras tanto, desde el sector empresarial continúan las negociaciones con la UTA para intentar destrabar la situación y evitar una medida de fuerza que profundizaría la crisis del servicio en la provincia.