Justo el 1 de diciembre, cuando se cumplan cinco años de mandato de Andrés Manuel López Obrador, el Tren Maya comenzará operaciones, informó Óscar David Lozano Águila, director general de la empresa Tren Maya S. A. de C. V, coordinada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La Sedena quien está a cargo de la administración y construcción del proyecto sostuvo que de acuerdo con su cronograma, para septiembre los trenes ya deben de haber sido entregados por Alstom.
El Tren Maya tendrá, a lo largo de esos cinco estados, 16 estaciones a lo largo de seis tramos y transportará pasajeros, turistas y carga. Google ya tiene un mapa de la ruta con las paradas de cada segmento.
El director del Instituto Nacional de Antropología e historia (INAH), Diego Prieto Hernández, reveló que la prospección arqueológica ya concluyó en los más de 1.600 kilómetros lineales.
Tan solo en el Tramo 7 del recorrido, el cual va de Bacalar (Quintana Roo) a Escárcega (Campeche), se tiene identificados cerca de 11.000 piezas arqueológicas pertenecientes a los antiguos asentamientos mayas. Por ello, el INAH tiene la encomienda de concluir las labores de salvamento para poder liberar los derechos de vía y que el tren sea concluido e inaugurado en diciembre de 2023.
De acuerdo con la investigación, el Tramo 5 (que va de Cancún a Tulum) en Quintana Roo, ya se completó casi el 82% del visto bueno de la obra; el Tramo 6 (Tulum – Bacalar) ya cuenta con poco más del 60 por ciento de aprobación arqueológica.
Al momento, en los siete tramos del Tren Maya intervienen 520 arqueólogos, topógrafos, drones, ambientalistas, geólogos y antropólogos físicos, de acuerdo con la Presidencia de México, mientras que son auxiliados por 500 elementos militares.
DAÑO AMBIENTAL IRREPARABLE
El Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza responsabiliza al estado mexicano de la violación de los derechos humanos individuales y colectivos los derechos de la naturaleza y los derechos bioculturales del pueblo maya.
Además advierte que hay suficiente documentación que confirma la violación de todas las herramientas de protección social y ambiental. Ante ello exige la suspensión inmediata del proyecto y exige una auditoría independiente inter disciplinaria e intercultural, que incluya a las poblaciones afectadas.
Otras de las determinaciones fue exigir la reparación y restauración de aquellos ecosistemas dañados e impactados por el trazado del Tren Maya, los cuales abarcan sistemas naturales así como tierras comunales.
Entre las violaciones a los derechos internacionales que detectaron los integrantes del tribunal está el Principio 10 de la Declaración de Río sobre el medio ambiente y desarrollo de 1992, el cual indica que el mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de los ciudadanos interesados, lo cual aseguran que no se cumplió con el Tren Maya.
Alegan además violación al convenio 169 de Organización Internacional del Trabajo, artículo 2 y artículo 6 sobre la consulta a los pueblos interesados mediante procedimientos apropiados entre otros.