El titular del Programa Provincial de ITS, HIV y Hepatitis Virales, doctor Juan Carlos Quintana, comentó en radio Facundo Quiroga que, a pesar del recorte implementado por Nación, el Gobierno del Chaco garantiza la provisión de medicamentos y la atención a los más de 1300 pacientes sin obra social que hay en el territorio.
“Chaco tiene un trabajo enorme hecho con el VIH, desde los inicios de esa pandemia”, señaló el profesional, haciendo hincapié en la historicidad de esta enfermedad de transmisión sexual.
Sobre los recursos del programa, aclaró que no significa dinero, sino medicamentos y material de prevención. “Quienes tenemos memoria vimos el descenso profundo de casos hasta la mitad del año 2000, que luego empezó con un aumento sostenido, principalmente en los últimos años, como todas las enfermedades de transmisión sexual”, recordó. “Aumenta la sífilis, y es probable que aumente el VIH”, agregó.
“No digo que sea culpa del Tik Tok o Facebook, pero la gente hoy en día no usa preservativo”, enfatizó. “La atención del VIH mucho menos se puede evitar sin el preservativo”, añadió, al ser consultado por lo que ya fue el desfinanciamiento del acceso gratuito de profilácticos en centros de salud.
“El sostenimiento de la medicación ha sido siempre resorte de la gestión nacional, cada tres meses se reciben los medicamentos”, destacó y clarificó que, según la versión oficial del área de salud nacional, es que “no se va a cortar la medicación”.
En tanto, sobre la situación laboral del Programa nacional dijo que suponen “un recorte de reorganización”. Había una vinculación hasta el 31 de enero del equipo y hasta ahora no hay novedad contundente si se les renueva el contrato o habrá otro equipo de personas. Esta incertidumbre “repercute en un montón de personas que dependen de esta situación”, explicó, teniendo en cuenta que son más de 70 mil personas en Argentina.
«Hasta el momento no se sabe si se constituirá un nuevo equipo para la Dirección de Respuesta al VIH de Nación o simplemente se eliminará el área. Lo cierto es que el Estado no puede ausentarse ante la demanda porque hemos visto que las ITS han mudado de población. Antes de la pandemia, veíamos casos en una franja etaria de entre 24 y 35 años que ahora se concentra en personas sexualmente activas de entre 15 y 24 años, lo que es un dato alarmante», expresó.