El mercado cambiario volvió a dar muestras de inquietud y las cotizaciones alternativas del dólar mantuvieron una brecha cercana al 40% con el valor que la divisa mostró en el mercado oficial de cambios.
Ayer al cierre de la jornada, el dólar blue se vendía a $ 1.120, un nuevo récord nominal, con una suba de 6,7% con relación a la jornada del lunes. En tanto, el CCL (contado con liquidación) se conseguía a $ 1.199 y el MEP (también conocido como dólar bolsa) a $ 1.160, ambos con subas cercanas al 1%. En el mercado mayorista, el Banco Central vendía a $ 814,40. La brecha era de entre 37% y 47%, según la operación con que se hiciera la comparación.
Los números ratifican la sensación que impera en la City de que el mercado se despertó y que empezó a desconfiar de la política cambiaria oficial. Después de una fuerte devaluación inicial, que llevó la paridad a $ 800 por dólar, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció que se practicaría un “crawling peg” o sistema de microdevaluaciones diarias para actualizar el valor de la divisa en un 2% mensual.
Sin embargo, los registros de inflación que se van conociendo, así como las previsiones para los meses inmediatos, hacen pensar que será imposible mantener tan módico sistema de ajuste si se quiere mantener un dólar alto y competitivo. El lunes se supo que en la ciudad el índice de precios al consumidor creció en diciembre un 21,1%. Y para el jueves se espera el número oficial del Indec. Para enero y febrero, las previsiones en materia de inflación son similares.
En realidad, en el gobierno eran conscientes de que después de la luna de miel inicial, la brecha (que había bajado a apenas un 8%) iba a crecer visiblemente. También, arriesgaban que podía llegar a un rango de entre 40 y 50%. Lo que no suponían es que esa distancia se iba a recorrer tan rápidamente, en apenas un par de ruedas.
De esta manera, el interés mensual de estos instrumentos de ahorro pasó a ser del 9,04%, cuando hasta ahora, era del 11% y la tasa efectiva anual (TEA) se ubicó en alrededor del 186,5% (era del 253%). Se trata de un rendimiento muy negativo contra una inflación anual que podría superar el 200% y una mensual en torno al 30% en diciembre.
Joel Lupieri, de Epyca Consultores, indicó que esa medida «incita a que los ahorristas busquen otras alternativas de inversión y se vuelquen, más concretamente, a la dolarización, como hemos visto en los últimos días». Así, el analista financiero advierte que es inviable que el BCRA siga apostando por una tasa negativa y considera que el límite a esa política vendrá dado, principalmente, por la tensión cambiaria que se viene generando.