Apenas minutos después de terminada la Marcha Federal Universitaria, Javier Milei ratificó el veto a la ley de financiamiento que fortalece partidas para el funcionamiento educativo y los salarios docentes. En Diputados ya anticipaban la medida y se preparan para una sesión el miércoles 9 de octubre a las 11 horas. La oposición comenzó el proceso de captación de votos y tienen mayor optimismo de desarticular al grupo de “87 héroes” que celebró en Olivos el rechazo a la reforma jubilatoria.
La noticia de la sesión -que unificó pedidos de cinco bloques distintos– se oficializó pasado el mediodía del jueves luego de que ingresara el veto al Congreso. Casa Rosada hace números: en caso de que la totalidad de los 257 diputados estén presentes, se necesitan 172 votos (dos tercios) para revertir el veto presidencial, por lo que con 86 voluntades se aseguran que eso no ocurra. Sin embargo, desde el oficialismo y la oposición dan por descontado que habrá ausencias de los que buscan evitar confrontar con Nación y con las comunidades universitarias de sus distritos. Como referencia, en la sesión del 15 de agosto hubo 35 ausentes, provenientes de todos los partidos.
La aspiración de los que quieren revertir el veto es captar la mayor cantidad de esos votos. Hay dos posturas que los entusiasman, principalmente porque llegan desde el PRO: la de Álvaro González, cercano a Larreta, y la de Héctor Baldassi, el exárbitro que publicó en sus redes sociales su respaldo a la marcha universitaria. El silencio de Mauricio Macri y la tensión que tiene su partido con La Libertad Avanza en los parlamentos de ciudad y provincia de Buenos Aires pueden profundizar las deserciones amarillas.
Las miradas también apuntan hacia el bloque de Innovación Federal, que respaldó en agosto la ley de financiamiento universitario pero se abstuvo por unanimidad cuando se vetaron jubilaciones. Los tres representantes salteños ya adelantaron que acompañarán a la oposición, mientras que continúa la incertidumbre en Río Negro y Misiones, donde buscan maniobrar entre las negociaciones por obras públicas (que se intensificaron al día siguiente de haberse presentado el proyecto del Presupuesto 2025) y la influencia que tienen las universidades en sus territorios. Otra insinuación es la del neuquino Osvaldo Llancáfilo, que responde al MPN pero se encuentra vinculado a este espacio de provincialistas, quien ya anunció que buscará revertir el veto.
En caso de que la Cámara de Diputados ratifique el incremento presupuestario la semana que viene, el Senado tendría el camino allanado para provocarle un fuerte impacto al Gobierno, más político que de orden fiscal. Allí necesitan 48 votos y ya tienen garantizados 47 entre los bloques de Unión por la Patria y la Unión Cívica Radical, que sostienen fluidez con autoridades universitarias. El apoyo restante podría provenir de cuatro bloques distintos, pero ni siquiera haría falta: Guadalupe Tagliaferri (PRO) anticipó que acompaña la mejora en el financiamiento universitario.