Un estudio detallado por parte de la antropóloga social Malena Castilla en relación a este fenómeno revela mecanismos de desarrollo desde el monte y revalorización de saberes tradicionales, así como una profunda reconfiguración de las territorialidades locales.
En el texto se describe cómo la expansión de la frontera agrícola ganadera en la provincia de Chaco, que comenzó a fines del siglo XIX, ha experimentado cambios significativos desde la década de 1990, especialmente con la introducción de la soja transgénica. Este período ha estado marcado por desmontes, la venta de tierras fiscales a empresarios del agro por parte del gobierno provincial, modificaciones en las prácticas productivas y la expulsión de la población local. Estos eventos han desencadenado un proceso complejo de desterritorialización y territorialización en la zona, además de contribuir a un proceso de acumulación por incorporación.
El objetivo principal del trabajo de la investigadora Castilla, es describir los mecanismos a través de los cuales el negocio agrícola, representado en este caso por la asociación Artistas Nativos, se territorializa en un área que previamente era indígena y campesina. Este proceso implica el acaparamiento de tierras, la apropiación de la naturaleza y la imposición de cambios en los modos de vida, hábitat y conocimiento local. En esencia, se aborda cómo el negocio del agro transforma activamente la realidad de la zona, afectando tanto el paisaje físico como las prácticas culturales y las formas de vida de las comunidades indígenas y campesinas.
El análisis se inicia con la comprensión de cómo los territorios han experimentado cambios significativos en relación con contextos económicos cambiantes. La población se ha visto forzada a migrar y movilizarse a nuevas zonas del país debido a la transformación de los modos de producción y gestión de sus vidas.
«Los territorios del campesinado y los territorios del agronegocio son organizados de manera distinta. Mientras el agronegocio organiza su territorio para la producción de mercancías, el campesinado organiza su territorio para su existencia», destaca Malena, experta en la temática.
Un aspecto central, a menudo pasado por alto en las estadísticas, es la acumulación por incorporación de la población y sus saberes a la lógica de explotación del agronegocio. Este proceso de desterritorialización material y simbólica impacta directamente en la pérdida de control sobre los territorios, debido a desmontes, producción agroganadera y la apropiación de saberes tradicionales.
Según Castilla, «la acumulación por incorporación puede llevar a la desterritorialización de la población local y a una reterritorialización reformada por el negocio del agro».
La privatización de los montes y la extracción de saberes tradicionales son algunos de los desafíos que enfrentan las comunidades locales. El cambio en la relación con la naturaleza y la pérdida de control simbólico se traducen en una reconfiguración de prácticas cotidianas y formas de vida.
«Ahora nadie va al monte, porque ahora tienen prohibida la entrada. Ahora nadie ora a los dueños», lamenta Lucila, miembro del pueblo qom en Pampa del Indio.
DESARROLLO SOSTENIBLE, Un MAQUILLAJE RETÓRICO
Se destaca cómo, en la provincia, coexiste la acumulación por despojo con una acumulación generada por la incorporación de prácticas, saberes y bienes de los actores en el territorio. El discurso del «desarrollo sostenible» muchas veces oculta las verdaderas dinámicas de poder y las disputas territoriales.
«La conservación del ambiente pasó a ser un requisito más del progreso económico y el desarrollo. Se trataría de un maquillaje retórico del término, con el objetivo de ‘sostener el desarrollo'», comenta.
En este contexto, organizaciones como Artistas Nativos emergen como actores que buscan comercializar la producción cultural de los pueblos indígenas. Sin embargo, la reconfiguración de las prácticas artesanales para adaptarse al mercado global plantea interrogantes sobre la autenticidad y respeto hacia los saberes originales.
«Nosotros siempre hemos trabajado en red con otros actores. Vemos una estrategia común y articulamos muchas instituciones y personas que comparten ciertos valores», explica la presidenta de Artistas Nativos.
Este estudio detallado arroja luz sobre los complejos mecanismos de desarrollo desde el monte y la revalorización de saberes tradicionales en la provincia del Chaco. La territorialización material y simbólica se entrelaza con dinámicas económicas, ambientales y culturales, exponiendo la necesidad de abordajes integrales para comprender y enfrentar los desafíos planteados.
Desde la década de 1990 con la introducción de la soja transgénica, el monte nativo ha desarrollado una gran transformación. Durante su investigación, Castilla destaca que este proceso ha llevado a desmontes, venta de tierras fiscales a empresarios del agro, modificaciones en las prácticas productivas y la expulsión de la población local. Además, se aborda cómo el negocio del agro,se territorializa en territorios indígenas y campesinos, afectando la forma de vida, la cultura y la relación con el territorio.
Uno de los puntos destacados es la crítica a las estrategias de intervención en proyectos gubernamentales, donde se resalta la problemática de subestimar las prácticas tradicionales de los artesanos indígenas. Se señala que a menudo, en proyectos de diseño, los diseñadores asumen un papel dominante, dejando a las artesanas con un papel secundario y limitando su participación al trabajo manual.
Además, se explora la importancia de las artesanías para los indígenas, no solo como objetos que transmiten historias específicas, sino también como prácticas colectivas que involucran la interacción y el intercambio de saberes en la comunidad. Se destaca que muchas artesanías se realizan con materiales extraídos del monte, estableciendo una conexión con la naturaleza y sus elementos espirituales.
El texto también critica la «revalorización de los saberes tradicionales» propuesta por algunas organizaciones, argumentando que a menudo se traduce en prácticas que no tienen en cuenta los procesos y lógicas de creación de las artesanías tradicionales, sustituyéndolos con métodos modernos y maquinaria.
Durante más de 15 años de trabajo en territorio,Castill comenta a elDIARIO que su investigacion concluye resaltando la “desterritorialización generada por el agronegocio y las estrategias de fundaciones y asociaciones”, describiendo cómo se busca incorporar y “disciplinar a la población, muchas veces en detrimento de las prácticas locales y tradicionales”. Además, se destaca que las comunidades indígenas y campesinas son afectadas no solo en términos materiales, sino también en sus dinámicas de vida y relaciones sociales.