Cristina Fernández fue a los tribunales de Comodoro Py y declaró en el juicio por el intento de magnicidio sufrido en septiembre de 2022. Pidió que la Justicia investigue a los autores intelectuales del atentado que sufrió.
En las primeras palabras de la expresidenta expresó: “Es público y notorio, inclusive después de la pandemia, que los episodios fueron in crescendo. Guillotinas en la Plaza de Mayo, a mi casa venía gente que ponían marchas militares e insultaban. Además de la destrucción de mi despacho como vicepresidenta. Está probado que antes lanzaron bombas de pintura”.
“Cuando era presidenta, entre los dos períodos, sufrí violencia simbólica y no tan simbólica”, agregó y añadió: “Todos saben que no soy feminista, y nunca nadie dijo que me estaban agrediendo en mi condición de mujer”.
Asimismo, dijo que “solamente en la hipérbole argentina puede suceder que cuando entra mi nombre se les queman todos los códigos penales a todos”.
Más adelante, sostuvo que (Diego) Luciani contribuyó a la violencia política. Tuvo prime-time durante 22 días cuando acusó de corrupción, no a mí, al peronismo. Eso motivó manifestaciones en la puerta de mi casa que finalmente concluyó con el tiro fallido, con la bala que no salió”. A su vez, manifestó que “uno de los autores materiales pidió ser defendido por Luciani”.
Luego habló sobre Gerardo Milman y relató: “Milman dijo que ‘cuando la maten, voy a estar camino a la Costa’. Es como un nostradamus contemporáneo”. Además, sostuvo: “Los celulares de sus secretarias fueron borrados por el director de tecnología informativa del Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich. Todo tiene que ver con todo”.
A su vez, hizo referencia al momento exacto en el que sufrió el intento de asesinato. “Saludé como todas las noches y cuando subo al ascensor con Diego Bermúdez, uno de mis secretarios, me dice ‘¿escuchaste un click? A mí me pareció un click de un arma’. Y después me confirmó que había sido un arma y que había capturado a quien la tenía. Ahí me senté a ver televisión y vi la imagen que recorre el mundo”, contó.
“La verdad que nunca sentí miedo de sufrir un atentado. Soy una militante que lo hice desde muy joven, y creía que el pacto democrático era donde la vida del otro estaba fuera de toda discusión. Cuando Alfonsín gana, fue con la consigna ‘Somos la vida, somos la paz’. El valor de la vida, a partir de la Guerra de Malvinas, fue algo que marcó muy fuerte a la sociedad argentina”, resaltó.
Además, dijo: “Con la vida no, se ganan o se pierden elecciones, pero la vida del adversario no se ponía en juicio. Bastante ingenuidad la mía, porque debí haber advertido los cambios de época”.
Después, Cristina manifestó: “Yo no manejo la custodia, no les tomo lista. El jefe mi custodia es el mismo. Actuaron de la manera que actuaron siempre. Cuidándome, con las instrucciones de que no se pusieran en el medio de la gente y yo. No había forma de impedirlo”. Además, reveló: “No sé el número de custodios que tengo. Me sigo acercando a la gente, más allá de que ellos no quieren. Pero el custodio hace lo que el custodiado le dice que haga”.
Finalmente, afirmó: “Este es un juicio es contra de los autores materiales, y no a los autores intelectuales y financiadores del hecho. Más que un reclamo mío, tiene que ser una deuda que tienen que saldar con la democracia”. (Fuente: La Tecla y Página 12)