El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, declaró la ley marcial de emergencia con la excusa de supuestas agresiones por parte de su vecina Corea del Norte y decretó de esta manera el cierre del Parlamento. Sin embargo, se vio obligado a dar marcha atrás luego de que el Congreso votara en contra de la medida
Mientras afuera de la Asamblea Nacional se congregaba una macha multitudinaria y las fuerzas de seguridad intentaban tomar el lugar por la fuerza, los parlamentarios opositores lograron reunirse y aprobaron con 190 votos a favor la revocación de la ley marcial. Según la Constitución surcoreana, esto obliga al Presidente a retirar la medida.
La decisión de implantar la ley marcial tiene un trasfondo local: el oficialismo se encuentra presionado por la oposición mayoritaria en el Congreso, al que el mandatario calificó como “refugio para criminales” que intenta “derrocar el orden democrático liberal”.
La sorpresiva declaración de la ley marcial para frenar a la oposición fue anunciada anoche durante un imprevisto discurso oficial en el que Yoon no especificó ninguna amenaza puntual del gobierno norcoreano de Kin Jong-un. Sólo anunció la activación de la ley que abre las puertas a la intervención militar irrestricta que por primera vez se declaró desde la década de 1980.