El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo ayer miércoles ante el Parlamento que algunas medidas de la cuarentena podrán cambiar a partir del lunes, pese a admitir que el número de muertos por el coronavirus en el Reino Unido es «terrible».
Johnson hizo sus comentarios en su primera aparición en la Cámara de los Comunes desde que se recuperó del virus y un día después de que el Reino Unido se convirtiera en el país de Europa con más muertes por el brote, superando a Italia.
El líder conservador dijo que el domingo anunciará cuáles son las restricciones que se levantan y que el lunes explicará el plan del Gobierno en el Parlamento.
Durante la sesión de preguntas, Jonhson se enfrentó al líder laborista Keir Starmer, quien le preguntó cómo se llegó a que el Reino Unido tenga los números más altos de fallecimientos de Europa y haya quedado segundo en el mundo, si supuestamente la gestión del Gobierno había sido un «éxito evidente».
«Cuando el primer ministro regresó a trabajar hace una semana el lunes, dijo que muchas personas estaban viendo el éxito evidente del enfoque del Gobierno. Pero ayer nos enteramos que al menos 29.427 personas en el Reino Unido perdieron la vida por este virus», insistió Starmer.
«Lo que puedo decirle es que en cada etapa en que tomamos las decisiones que tomamos, nos regimos por un principio y un objetivo primordial y fue salvar vidas y proteger nuestro NHS», dijo, usando las siglas en inglés del sistema de salud británico.
En ese sentido, el primer ministro insinuó que habrá una investigación pública y se buscará saber que salió mal.
Sin embargo, aseguró que en este momento lo que la gente quiere que haga el gobierno es suprimir el virus y comenzar a trabajar para recuperar la economía.
ANÁLISIS ITALIANO
El Gobierno italiano, por su parte, afirmó que espera tener para «la semana próxima» un primer balance de la flexibilización de la cuarentena que inició hace dos días con la reapertura de parques y el regreso al trabajo de más de 4 millones de personas. Dejó abierta la posibilidad de adelantar la segunda fase de reaperturas si se mantiene la baja en los contagios de coronavirus.
«Epidemiológicamente, los signos de cómo fue el inicio de la flexibilización se interpretarán la próxima semana», dijo el presidente del Instituto Superior de Sanidad (ISS), Silvio Brusaferro, en declaraciones que reproduce hoy la edición en línea del diario Corriere.
El alivio de la cuarentena que rige desde el lunes permite además el ejercicio en lugares al aire libre y la apertura de negocios de comida para envíos a domicilio y venta «para llevar», y las 4,4 millones de personas que regresaron a sus trabajos deben cumplir estrictas medidas sanitarias en el transporte público.
De acuerdo a un decreto firmado por el premier Giuseppe Conte, las próximas etapas del levantamiento gradual de la cuarentena comenzarán a nivel nacional el 18 de mayo, con la reapertura de negocios minoristas, y el 1 de junio, con el funcionamiento pleno de bares y restaurantes, aunque según las declaraciones de Boccia al diario Repubblica podría haber un adelantamiento por regiones.
Este miércoles, la Protección Civil informó que la cantidad de positivos llegó a 91.528, el dato más bajo desde el 5 de abril, con 6.939 personas menos que el martes.
Desde el plano educativo, la ministra de Educación, Lucia Azzolina, planteó hoy la propuesta de que, cuando reanuden las clases en septiembre, se adopte un sistema mixto de clases presenciales y lecciones virtuales para evitar aglomeraciones en las aulas.
PRÓRROGA ESPAÑOLA
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, superó ayer miércoles la votación más decisiva para su mandato desde el inicio de la crisis del coronavirus, al conseguir el respaldo del Parlamento a una nueva prórroga del estado de alarma, hasta el 26 de mayo. Lo que permitirá seguir gestionando la fase de desconfinamiento iniciada tras el retroceso de la pandemia.
«Levantar el estado de alarma ahora sería un error absoluto, total e imperdonable», subrayó Sánchez durante un debate parlamentario cargado de dramatismo en el que quedó en evidencia la fragilidad de su gobierno de coalición, que no cuenta con mayoría.
La cuarta extensión del estado de alarma estuvo en peligro hasta que anoche Sánchez alcanzó un pacto con los liberales de Ciudadanos y los nacionalistas vascos, a cambio de aceptar gestionar junto con las regiones el desconfinamiento y de que las ayudas económicas y sociales se desvinculen de la medida de excepción. (Fuente: Télam).