Una técnica mental recomendada por la ciencia para mejorar la memoria que te hará fortalecer la mente al máximo: la técnica del Chunking para mejorar la memoria.
La ciencia le dedicó una gran cantidad de tiempo a estudiar la memoria, a comprender cómo y por qué la vamos perdiendo con el paso del tiempo, y qué se puede hacer para evitarlo.
Podés hacer muchas cosas por tu memoria, pero solo algunas son útiles. El Chunking es una de las estrategias que mayores resultados ha obtenido.
La estrategia del Chunking consiste en unir la información que cada uno desea recordar en pequeños grupos para superar los límites de su memoria, hábito cada vez más recomendado.
El psicólogo George Miller realizó un estudio científico en el que observó que la Memoria a Corto Plazo (MCP) era capaz de recordar una pequeña cantidad de información durante un corto periodo de tiempo.
Asimismo, llegó a la conclusión que pasado ese tiempo, la información se pierde si no llega a ser transferida a la Memoria a Largo Plazo (MLP).
Entonces, ante tanta información, el cerebro se ve abrumado, por lo que, la técnica de agrupamiento («chunking», en inglés) es una buena estrategia para ir más allá de los límites de la memoria de cada individuo.
Como la idea del «chunking» es que analices cada información que querés aprender y lo hagas antes de pasar al siguiente conocimiento, es vital que unifiques la misma para tener todo completo. Con esta técnica:
Se puede recordar más elementos y complejos cuando se agrupan los recuerdo en pequeñas secuencias.
En estudios de series de números, los participantes obtenían mejores registros cuando les daban un significado en series aleatorias.
Los voluntarios del estudio que formaron grupos de cifras recordaban una mayor cantidad de números.
En conclusión, la estrategia de Chunking es la que se usa cuando se quiere recordar un número de teléfono y agrupamos los dígitos de tres en tres, en lugar de recordarlos a todos juntos.
LAS OTRAS 4 TÉCNICAS
En pos de encontrar soluciones para ejercitar la memoria, los científicos recomiendan una serie de técnicas que tenés que hacer sí o sí para mejorarla y aprender más rápido:
Meditación: esta práctica ayuda al cerebro a mejorar su concentración y la capacidad de almacenamiento de información. Esto se debe a que el cerebro entra en un periodo de descanso ideal para procesarla, evitando sobrecargarse.
Hacer ejercicio: el ejercicio físico es vital para tener una memoria fuerte por mucho más tiempo. Esta especialidad ayuda a proteger la zona del hipocampo, reduciendo el estrés y ayudando a la capacidad del sueño.
Juegos mentales: ayudan a desafiar al cerebro y ponen en práctica la memoria, el aprendizaje, la rapidez y la lucidez. Los juegos de estrategia, palabras o números, te llevan a resolver problemas que harán sentir revitalizado.
Elaboración: se tiene que construir el conocimiento a través de la experiencia, relacionando la información y los datos. Es decir, asociando la información nueva con la que ya tenías, para fortalecer el recuerdo.
EL MÉTODO «1-2-3»
Si bien no requiere ninguna edad en específico, se debe contar con 3 (tres) días para poder realizar este imperdible método en un espacio de tranquilidad y silencio absoluto
Día 1 – Aprender: hacer resúmenes y anotaciones de toda la información que querés recordar.
Día 2 – Revisar: es el momento para repasar cada uno de los aprendizajes del día anterior. Será una práctica útil para refrescar la memoria y prepararte para el tercer, y último, día.
Día 3 – Repetir: se tiene que revisar nuevamente el material de estudio. El cerebro estará construyendo los lazos más importantes de la información, lo que le facilitará la memoria.
Una vez que se haya completado la tarea de tres días, se debe tomar un descanso de varios días o una semana antes de volver a estudiar todo nuevamente.
EL MÉTODO HARVARD
El ejercicio que recomienda Harvard para reforzar la memoria y aumentar la concentración al máximo
La Universidad de Harvard es una de las instituciones más prestigiosas del mundo. La casa de estudios publica miles investigaciones: entre las últimas y más relevantes se encuentra una que explica cuál es el ejercicio que ayuda a reforzar la memoria.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay más de 55 millones de personas tienen una enfermedad neurodegenerativa, el 70% son casos de Alzheimer.
En el último tiempo, la memoria puede verse tener fallas a la hora de recordar. Para esto, la neurociencia informa sobre herramientas para ejercitarla a la vez que es necesario incorporar actividad física.
En esta línea, Harvard comprobó que seguir un programa de ejercicio físico durante seis meses aumentará las regiones cerebrales, es decir, su memoria y pensamiento.
El doctor Scott McGinnis, profesor de Neurología en la Facultad de Medicina de Harvard, afirmó que «hay mucha ciencia detrás de esto». La actividad física estimula los cambios fisiológicos como el crecimiento o la salud de las células cerebrales.
Es «emocionante el hallazgo de realizar un programa de ejercicio regular de intensidad moderada durante seis meses o un año, que se asocia con un aumento en el volumen de regiones cerebrales seleccionadas», explicó McGinnis.
Además, también favorece a la memoria y el pensamiento porque mejora el estado de ánimo y el sueño, como así también reduce el estrés y la ansiedad.
«Descubrimos los efectos protectores en aquellos sujetos que regularmente realizaban actividades extenuantes y exhibían una alta aptitud cardiorrespiratoria, lo que compensa el declive de la cognición que normalmente vemos con la edad», explicó la profesora Chandramallika Basak, autora principal del estudio y habitual investigadora de la memoria de trabajo.
ACTIVIDAD FÍSICA
La mayoría de las investigaciones coinciden en que caminar es el mejor ejercicio. «Pero es probable que otras formas de actividad aeróbica que hacen latir el corazón produzcan beneficios similares», señaló McGinnis.
Los ejercicios aeróbicos o de cardio son de media o baja intensidad que pueden realizarse durante un periodo extenso de tiempo. Algunas de ellas son: caminar, trotar, correr, remar y andar en bicicleta, entre otras.
Calidad de vida, es evitar el deterioro cognitivo. Según la OMS, hay más de 55 millones de personas tienen una enfermedad neurodegenerativa.