Este miércoles, en horas de la mañana, personal policial procedió al secuestro de restos óseos en la laguna de Villa Seitor que habían sido encontrados el pasado domingo 2 de junio, con el fin de que sean analizados por el IMCIF (Instituto de Medicina y Ciencias Forenses del Chaco). Esto se dio tras la alerta de un vecino que adujo ser testigo del acta realizada ese día cuando se llevó a cabo el rastrillaje e insistió con que se trataban de restos «humanos».
En aquella oportunidad cuando realizaron los rastrillajes, se encontraron varias partes del cuerpo de Johana González, pero esta persona, identificado como D. E. R. de 60 años, informó que había encontrado al costado de dicha laguna «una bolsa de nailon color negra tipo de residuo, totalmente rota; conteniendo en su interior y parte externa varios huesos».
Sin embargo, las autoridades expresaron que ya habían sido hallados anteriormente al momento del rastrillaje, teniendo la presencia de la Fiscal interviniente Nelia Velazquez, junto con el personal del Gabinete Científico del Poder Judicial y Médico Policial, quienes confirmaron que «esos huesos no correspondían a un ser humano » y «que serían de algún animal «, siendo este el motivo por el cual no se había procedido a su secuestro.
Pero a pesar de esto, el testigo se volvió a comunicar con la Fiscal e insistir con que los restos encontrados no eran de animales y «podían pertenecer a un humano», por lo que informaron que tras «interiorizarce de los pormenores de la situación como también recepcionar fotos vía WhatsApp de los huesos» se dispuso al proceso formal de secuestro de los huesos y que se remita al IMCIF para pericias correspondientes.
Pablo Vianello, abogado de la familia de Johana González, ante la noticia del «hallazgo» y secuestro de estos «nuevos restos humanos», en línea con las declaraciones del testigo, insinuó que los huesos podrían ser de «otra persona distinta a Johana» y hasta que Mario Barrientos sería «un asesino serial», pese a que la Justicia y fuentes policiales descartó esta posibilidad.
En ese sentido, el abogado continuó con su «show» arremetiendo contra el único imputado por el femicidio de Johana y expresó: «No descarto la posibilidad de que estemos frente a un asesino serial, dado el modus operandi y la precisión en los cortes observados en los restos previamente encontrados».
Vianello ya estuvo envuelto en anteriores oportunidades en polémicas con otros casos e incluso también con esta defensoría a Johana, ya que, tras asumir como querellante, salió a la luz que sería socio de Juan Ignacio Moreno, defensor legal de Barrientos, y con quien tiempo atrás habría compartido no sólo causas, sino también un vínculo extralaboral ya que jugaba juntos al rugby en el club Regatas de Resistencia.
Además de mencionar que Barrientos sería un «asesino serial», el abogado insistió: «Estamos ante una presencia de un posible psicópata que disfrutaba del morbo de estar cerca de los familiares de su víctima y regocijarse del dolor de la víctima».
Y por si no fuera poco, Vianello relacionó el descubrimiento con la desaparición de otra mujer: «Este tipo de descubrimientos nos obliga a considerar casos previos de desapariciones sin resolver, como el de Jemina Aguirre, desaparecida el 2 de diciembre del año 2021, trabajadora sexual, también igual que Johana, que paraba en el mismo lugar donde paraba Johana».
