A partir del 1 de noviembre, los frigoríficos del territorio nacional no podrán vender la carne, sobre todo vacuna, en su método tradicional: por media res. La Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA) informó que el producto cárnico deberá salir para su venta minorista troceado en partes no mayores a 32 kilogramos.
Esta definición tiene al menos un año oficializada; se notificó por boletín oficial a principios del año pasado en una resolución conjunta de los ministerios de Trabajo, Empleo y Seguridad Social; el de Desarrollo Productivo y el de Agricultura, Ganadería y Pesca. Entre los motivos, que se detallarán más adelante están la seguridad de plantel empleado que se encarga de transportar “a hombro” la media res, argumentos sobre el cuidado higiénico de la carne y la modernización del sector.
Sin embargo, el sector frigorífico y cooperativo chaqueño no está conforme con esta resolución. “La mayoría de los frigoríficos no tiene la sala de desposte” y otras condiciones que puedan garantizar la salida de la carne por partes, con su empaquetado y transporte adecuado. Así lo indicó desde la Cooperativas de Trabajo Unidos Limitada, Julio Sotelo en diálogo con elDIARIO de la Región. Dijo que, junto al vicepresidente de la Cámara de Frigoríficos de Chaco, el empresario Julio Augusto acordaron que “no estamos en condiciones, no tenemos los recursos”. Lo que pretenden que se invierta, explicó, cuesta unos $100 millones entre la reacomodación de las cámaras frigoríficas, las salas de troceados, nuevas maquinarias, así como sumar más asociados/empleados.
“Y van a salir a inspeccionar, estamos preocupados porque no podemos cumplir. No sé si algún frigorífico de Chaco va a poder cumplir. No están adecuados”, aseguró Sotelo. De hecho, en el comunicado oficial de la DNCCA a los establecimientos faenadores advirtieron que las sanciones desde el 1 de noviembre irán desde multas hasta clausuras y quita de matrículas.
BAJOS O ALTOS COSTOS
En concordancia con la Cámara chaqueña, Sotelo también indicó que la conocida como Ley de Troceo, es un “arreglo” entre los grandes frigoríficos exportadores con el Gobierno nacional. “Como tiene la maquinaria y son exportadores, quieren ubicar lo que no exportan”, aseguró.
Cómo funciona. En las exportaciones, se pide la media res trasera que tiene la carne más pulposa (pulpas, pesceto, lomo, lomitos). Les queda la res delantera y costillar. Lo que un frigorífico exportador invierte en la cadena productiva ya lo recupera en dólares con la venta al exterior. Esta lógica es la que dice que el resto del animal se podrá vender en territorio nacional a menor costo. Aunque sea cierto, se estaría privando a la población argentina de ciertos cortes de calidad.
“Nosotros tenemos que saldar” esos costos, dijo Sotelo, por lo que, para las empresas locales, en vez de bajar los precios, encarecería la cadena productiva. “La comercialización va a ser muy compleja, hay carnicerías que te van a bajar una parte. ¿Y qué pasa con la otra? ¿Qué se hace con las partes que no se venden?”.
El referente cooperativo dejó entrever que hay un inicio de diálogo en el sector junto a los Estados para solucionar, pero los tiempos no saldan el conflicto. Sotelo adelantó que el mismo ministro de Producción, Sebastián Lifton, habría viajado a Buenos Aires en estos días para tratar este tema y agradeció las gestiones. Al parecer, “son varias provincias que no llegaron con los tiempos”, indicó.
El referente cárnico explicó que, además de la inversión millonaria y la comercialización, lo que hay que hacer es un trabajo técnico de diputación de las cámaras cárnicas y de los vehículos transportadores que también están diseñados ahora para trasladar medias reses.
Sobre los argumentos para esta resolución, Sotelo opinó que si se tiene en cuenta un trabajo salubre para el “hombreador” (quien baja la media res a las carnicerías) se podría haber buscado otra solución, algún método mecánico. Y sobre la higiene, que se posibilitaría por el embolsado de los trozos, dijo: “Este método por media res es de 120 años y nunca fue antihigiénico”.
En declaraciones a un canal de televisión local Augusto reforzó la idea Sotelo diciendo que en Argentina los frigoríficos en condiciones “son la minoría” y que “es arbitrario”. “Se va a encarecer la carne; dicen que se va a abaratar, pero, todo lo contrario”, añadió.
Además, los frigoríficos grandes llegan como mucho a una o dos cadenas grandes ubicadas en Resistencia, pero “qué va a pasar con el abastecimiento en el interior, en Sáenz Peña, Machagai, Quitilipi”; se preguntó Sotelo.
QUÉ DICE LA RESOLUCIÓN
Entre sus primeros argumentos, además de las facultades ministeriales, la resolución le da potestad a Desarrollo Productivo para “promover procesos de transformación productiva, tanto a nivel sectorial como regional e intervenir en el fortalecimiento, reestructuración y reingeniería de las micro, pequeñas y medianas empresas”.
La famosa Ley de Ministerios (englobada en las Nº 22.375 y 22.520) facultó al Gobierno Nacional a reglamentar el régimen de habilitación y funcionamiento de los establecimientos donde se faenan animales y se elaboren o depositen productos de origen animal. Por lo que Ganadería tenía un plan de producción, comercialización y modernización del sector. “Es absolutamente imprescindible cuidar del bienestar físico de los trabajadores del sector cárnico evitando que transporten con su cuerpo medias reses de pesos muy superiores a los adoptados por el del Ministerio de Trabajo y la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), de acuerdo a los convenios y recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”, indica la normativa y agrega que los pesos se regulan justamente por la carga y descarga.
“A efectos de proteger la salud del trabajador y facilitar la comercialización de los productos resultantes de carne con hueso, la forma de fraccionar las medias reses debe contemplar los cortes tradicionales, respetando la integridad anatómica de las piezas cárnicas, con la finalidad de mantener su valor monetario al momento de su comercialización en la carnicería, evitando afectar zonas donde se encuentran cortes apreciados por los consumidores”.
“Es necesario modernizar la cadena de distribución de carnes en medias reses para pasar a una distribución por trozos anatómicos de menor peso que le permita a los abastecedores realizar una mejor asignación de los trozos de acuerdo a las necesidades de cada mercado minorista”.
Si bien el texto reconoce que muchas empresas deberían readecuar sus plantas, y fomenta programas de asistencia financiera para frigoríficos y faenadores; lo cierto es que no se han concretado a nivel regional.