Este martes 13 de agosto, se presentará el documento “La deforestaciónen el Gran Chaco argentino avances y desafíos”, desarrollado por el equipo técnico del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL) del BID.
La presentación se hará en la ciudad de Buenos Aires, en la Sede del BID, en la calle Esmeralda 130 (Auditorio piso 11).
Cómo parte del documento se presentan una serie de recomendaciones de políticas ya que este tema resulta de interés para las sociedades modernas y sus gobiernos; “en las últimas décadas Argentina impulsó una política forestal específica de protección de bosques nativos con el objetivo de ordenar la expansión de la frontera agropecuaria en estas áreas. Esta política se compone esencialmente de la Ley de Bosques, de 2007, y la aprobación de los OTBN por parte de cada provincia”, indica textualmente el Documento, en su página 95, dando a conocer la postura del BID y los autores de este informe.
Desde la sanción de la Ley de Bosques en un inicio, la tasa de pérdida de bosques en la región se redujo a menos de la mitad y se mantuvo con variaciones mínimas entre los años 2014 y 2019, pero de forma más reciente -entre los años 2020 y 2024 volvió a crecer y con ritmo acelerado en algunas provincias como Chaco y Salta.
“La pérdida de bosques en la región estuvo signada no sólo por el avance de la producción agrícola (mayormente soja), sino también por un desplazamiento creciente de la ganadería bovina desde la región pampeana hacia el Gran Chaco”, menciona el estudio, lo cual indica claramente que esta cuestión es preocupante en todo sentido.
Con respecto a la provincia del Chaco se mencionan datos que son muy elocuentes sobre el impacto que ciertas actividades tienen con respecto al funcionamiento de los ecosistemas, el informe menciona: “Con un promedio de 24 millones de toneladas de CO2eq (Carbono equivalente) en 2010-2018, Chaco explicó el 6,3% de las emisiones nacionales. Entre 2012 y 2013, esta participación aumentó hasta alcanzar el 7,5% y el 7,6% respectivamente,…” “…. Agricultura, ganadería, silvicultura y otros usos de la tierra es el sector de mayor peso en las emisiones, dada la falta de actividad industrial relevante. Con un promedio de 22,5 millones de toneladas de CO2eq, explica el 94% de las emisiones de GEI en la provincia; seguido del sector energético (con el 5%) y el de residuos (con el 1%)…”, continuando con el análisis el texto indica: “…Dentro del sector agrícola, el cambio de uso de la tierra para pasturas y agricultura constituye el principal emisor, con un promedio de 17,8 millones de toneladas de CO2eq, el 78% del total de emisiones del sector en el período 2010-2018. En segundo lugar, el ganado —principalmente su fermentación entérica— representó en promedio el 13,4% de las emisiones durante el mismo período. Por último, las fuentes agregadas y de emisión no relacionada con CO2 en la tierra, que están vinculadas al cambio de uso del suelo para silvicultura, representaron en promedio el 8,2% de las emisiones. Esta fuente aumentó su incidencia hacia el final del período bajo análisis, con picos en los años 2016 (9,7%), 2017 (9,1%) y un máximo en 2018 (10,1%). Una dinámica similar puede observarse en las emisiones ganaderas, con participaciones del 16,5% y 16,1% para 2016 y 2018 respectivamente…” (ídem página 77), lo que demuestra que es el modelo de desarrollo lo que debería discutrse, ya que hoy prima modelo basado solamente en la primarización de las actividades.
El informe menciona que una enorme parte de la pérdida de los bosques nativos en las cuatro provincias analizadas en este estudio, se produce en zonas de Categoría II (área amarilla), donde la Ley prohíbe la conversión del suelo, lo cual supone una violación a la Ley, esto ocurre en gran medida en la provincia del Chaco.
El desempeño forestal del Gran Chaco argentino, detallado en este documento, supone que para mejorar los resultados es preciso trabajar en dos dimensiones:
a) La aplicación efectiva de la Ley de Bosques y de las leyes provinciales concordantes. b) Generación de actividades de desarrollo primario para las áreas con cobertura de bosques nativos, para ofrecer al productor alternativas a la producción convencional agrícola-ganadera-forestal.
El informe indica que para lograr lo señalado en los puntos anteriores se requiere implementar políticas de desarrollo productivo que cuenten por lo menos con seis componentes principales, a saber:
1. Fortalecimiento de la implementación de la Ley de Bosques.
2. Investigación y desarrollo productivo sostenible para la región del Gran Chaco.
3. Promoción de prácticas sostenibles y un sistema de trazabilidad de cadena libre de deforestación.
4. Fortalecimiento de la política para la prevención y control de incendios en la región.
5. Fortalecimiento de los instrumentos sancionatorios.
6. Sistemas innovadores de financiamiento para conservar la biodiversidad.
Cabe mencionar que el informe que se presentará este próximo Martes 13, constituye, -quierase o no- un llamado de atención a las autoridades políticas de la región, entre las que se halla la Provincia del Chaco. Este informe aparece en momentos en que existe una causa judicial donde se denuncian hechos de extrema gravedad con referencia a la deforestación en la provincia del Chaco y una supuesta cadena de complicidades que involucraría a funcionarios de la actual gestión, de la anterior, legisladores y empresarios del sector y no se halla aprobado por la autoridad competente el OTBN provincial. Pero además también mientras se halla vigente la denominada Ley de Bases impulsada por el actual gobierno nacional, que en su articulado relativiza la cuestión ambiental, productiva y de tierras, temas todos de interés para el desarrollo de actividades económicas, por último debe agregarse que el actual gobernador pretende a través de una Ley de la Cámara de Diputados, adherir en todos sus términos al Regimén de Grandes Inversiones (RIGI) y promueve un blanqueo de capitales (en sintonía con el Gobierno Nacional).
