Ha sido un año de desmantelamiento de políticas públicas, en especial las de género y diversidad. En 2024 aumentaron los crímenes de odio. También las declaraciones desinformantes y los discursos de odio. Algunos logros y victorias judiciales.
El 2024 ha sido difícil para mujeres y diversidades en Argentina. A un año de la asunción de Javier Milei y a partir de su idea del Estado como obstáculo, muchas de las dependencias cruciales para la protección de los derechos humanos fueron desarticuladas, sus trabajadores despedides, y las políticas que impulsaban recortadas a grados extremos o dadas de baja. Todo esto impactó -y sigue impactando- de manera drástica en el acceso a derechos básicos de mujeres y personas LGBTIQ+.
Al desmantelamiento de organismos clave como el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y el INADI, se sumaron las declaraciones discriminatorias de altos funcionarios. El ministro de Justicia negó la diversidad de identidades sexuales, por mencionar solo una de las múltiples expresiones desinformantes en boca del gobierno.
Los retrocesos institucionales también se tradujeron en un aumento de la violencia. Y asomó una serie de medidas gubernamentales que apuntan a dar de baja logros históricos como la Ley de Identidad de Género o la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Más crímenes de odio y un triple lesbicidio
Como cada año, la Federación Argentina LGBT realizó su informe sobre crímenes de odio y en el de 2024 advirtieron: “ El Observatorio de Crímenes de Odio LGBT+ manifiesta su extrema preocupación por el aumento exponencial de los asesinatos de personas de la diversidad sexual. Los números son contundentes: en 2023 hubo 9 asesinatos en todo el año. Sólo en los primeros 6 meses de 2024 se registraron 9 crímenes de odio que terminaron con la vida de las víctimas”.
Entre ellos, el triple lesbicidio en un hotel familiar de Barracas (Ciudad de Buenos Aires). En la noche del 5 de mayo, Justo Fernando Barrientos atacó con un explosivo casero a Pamela Cobbas, Roxana Mercedes Figueroa y Andrea Amarante y Sofía Castro Riglos, cuatro mujeres lesbianas. Sólo Sofia sobrevivió. Hasta la fecha la causa no se investiga como crimen de odio, aunque testigues dijeron a Presentes que las víctimas venían siendo hostigadas por su orientación sexual por el victimario. El juez Edmundo Rabbione la calificó como «homicidio doblemente agravado». En el caso de Sofía el ataque fue reducido a «lesiones».
Fuente: Agencia Presentes