Con el trabajo de la división de canes porteña que arribó a Villa Ángela el sábado, la investigación por la desaparición de Maira Benítez sumó en pocos días varios elementos que complican aún más a Rodrigo Silva, principal sospechoso y detenido en la causa. Así lo aseguró a elDIARIO de la Región la fiscal del caso, Gisela Oñuk, que dio detalles de los rastrillajes y allanamientos realizados hasta ayer. Los canes marcaron en las casas del exjuez Eduardo Costas y de Silva, en el campo de lote 11, al igual que en el domicilio de los padres del joven.
Recordó que el equipo de canes de Punta Alta, Buenos Aires, llegó el sábado a la localidad con cinco personas y cuatro canes, que venían de trabajar diez días en Tucumán en otro caso de una chica desparecida. Al día siguiente por la mañana, integrantes de la fiscalía, Investigaciones y el equipo se reunieron para planificar las siguientes jornadas.
“Los rastrillajes comenzaron el domingo a la siesta, luego de esperar que mejoraran los caminos, para entrar al campo del exjuez, donde vivía uno de los detenidos. En un allanamiento, los perros marcaron la vivienda, que ya anteriormente habían marcado los canes de la Policía de Chaco y secuestraron elementos”, detalló sobre la primera jornada de trabajo de los.
En tanto, los allanamientos continuaron el lunes. Se realizaron tres: en las casas de los padres de Silva y la hermana y el tercero en un taller mecánico. “En la vivienda de los padres, dio positivo; los perros marcaron el terreno del patio, un lugar donde quemaron basura y se extrajeron restos de una prenda de vestir; y en la casa de la hermana y el taller el resultado fue negativo”, explicó.
En tanto, Oñuk señaló que en otra de las pruebas de reconocimiento, denominada odorología, realizada en la noche del lunes, los perros marcaron a Silva entre otras dos muestras de olores. Y adelantó además que en las últimas horas ordenó la detención del padre del principal imputado.
RASTROS EN UN POZO
Por otra parte, Oñuk sostuvo que en el campo del exjuez en lote 11 se trabaja en la zona de un pozo de ocho metros de profundidad, donde anteriormente el imputado se había tirado cuando ya preso pidió a los policías que lo llevaran hasta para colaborar, ya que allí también marcaron los perros. “Con la colaboración de Sameep, mediante bombas, se extrajo el agua, lo que llevo bastante tiempo por las napas que estaban arriba y se volvía a llenar. Como es muy peligroso enviar a los perros hasta abajo, se extrajeron muestras desde el fondo y se realizaron las correspondientes pericias en la superficie”.
En cuanto a la jornada de ayer, la fiscal informó que ante el estado intransitable de los caminos decidió suspender las excavaciones. “No estaban dadas las condiciones para el personal de Bomberos que trabaja en el fondeo del pozo ya que se corre peligro de para derrumbe por la lluvia”. Además, se realizaron rastrillajes en la zona del cementerio pero sin resultados. Y adelantó que se espera que hoy mejoren las condiciones climáticas y continuar con los trabajos.
