Desde el viernes, el jefe comunal se encuentra detenido por orden de la fiscal Liliana Lupi y ayer declaró en una denuncia que lo considera autor de los delitos de abuso sexual, violencia física y amenazas contra su expareja. Casalboni se asumió inocente.
Sin embargo, la legisladora cuestionó el “silencio de las fuerzas políticas mayoritarias, quienes ante la gravedad del hecho del que se lo acusa tienen la obligación moral y política de repudiar enérgicamente lo sucedido, de la misma manera que lo debe hacer el Ministerio de Derechos Humanos”.
“La violencia machista no puede ser avalada en ningún ámbito y menos aun cuando se trata de funcionarios públicos elegidos mediante el voto popular. Este hecho es de suma gravedad y debe recibir el mayor de los repudios, de manera que no quede impune", sostuvo Masin.
Remarcó que “un funcionario con estas características no puede ocupar ningún lugar de representación ante la ciudadanía. La Justicia deberá juzgar este hecho de manera eficiente, considerando su gravedad, según la Ley N° 26485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres“.
Casalboni asumió su cargo en 2015, luego de haber triunfado en las urnas bajo la lista de la alianza macrista Vamos Chaco y con un fuerte respaldo mediático del periodista Jorge Lanata. En 2017, el mandatario municipal fue destituido a causa de varios hechos de corrupción, no obstante, días después fue repuesto en el cargo, cautelar mediante, y a su vuelta decidió renunciar a su afiliación a la UCR para incorporarse al partido Ciudadanos a Gobernar.
