El último femicidio que conmocionó a Resistencia y a la provincia fue el de Mariela Fernández en el barrio 29 de Agosto. Luego de que familiares acompañados de movimientos sociales y colectivos de mujeres se manifestaron el lunes, al día siguiente el jefe de la Policía, Ariel Acuña, y el ministro de Seguridad, Martín Nievas, recibieron a la familia de la joven asesinada por su pareja. Sin embargo, en los días posteriores se conocieron distintos episodios de violencia sufrieron referentes mujeres al protestar por parte de efectivos policiales.
Ayer por la mañana, las mismas dieron una conferencia de prensa para posicionarse con respecto a este panorama hostil. elDIARIO de la Región recopiló las declaraciones de las mujeres.
Por su parte, Magdalena Corvalán, integrante del colectivo Ni Una Menos Resistencia explicó como como movimiento: “Nosotras no tenemos la solución final a esta problemática”. Relató que al acompañar a la familia de Mariela a la audiencia en la Casa de Gobierno, el mismo Ariel Acuña, jefe de la policía, le dijo: “Vos la acompañaste a hacer las denuncias y qué hiciste por ella, qué lograste”. Por su parte, ella denunció: “Y por la ausencia del Estado, te termina responsabilizando a vos”.
“El mensaje es ‘no se metan, déjennos que nosotros hagamos’, y hasta ahora no sabemos qué hacen”, declaró. Ante este contexto, Cecilia Solá, también referente de Ni Una Menos, invitó a ver el vaso medio lleno. “Lo que no esperaban es esto, nuestra unión, convertirnos en una para salir a pelear, ésa no se la esperaban. Necesito quedarme con esa imagen, cuando sin bajar las banderas que cada una tenemos, marchamos todes. Esa es nuestra carta de triunfo”. También llamó “misógino e ignorante” al procurador General, Gustavo Canteros, quien había comparado a los femicidios con las tormentas diciendo que “son una fuerza de la naturaleza, impredecible”.
“El Estado es cómplice y responsable y comienza a convertirse en represor”, sentenció Solá. Contó cómo tanto el lunes como martes, se encontraron con una la Casa de Gobierno repleto de policías “empujando a las compañeras que fueron maltratadas, y que ojalá hubieran estado cuando Mariela pidió ayuda”. También explicó que fue la propia familia quien pidió no pasar sola a la audiencia.
Los funcionarios se negaron a que las mujeres pasaran y en ese contexto “sacaron a las rastras a una mujer”. Romina fue la integrante de un movimiento social que sufrió este episodio, contó cómo una comisaria “sin mediar palabra, la sacó arrastrando a la calle”.
Lo mismo sucedió con la vecina de Mariela que denunció públicamente a la Policía porque se negaron a entrar al barrio, a pesar de que ella llamó cuando la joven sufría los ataques de su pareja. Efectivos de la Policía fueron a la medianoche a la casa de esa vecina y le pidieron revisar su teléfono particular sin ningún tipo de permiso. “No hace falta hacer una lectura muy profunda, lo tomamos como un apriete, la misma compañera lo siente de esa manera”, dijo Corvalán.
“No hay un compromiso real si es el mismo jefe de Policía quien responsabilizó a Mariela de su propia muerte, mirando a los ojos a la familia, les dijo ‘si él la quería matar para qué volvió’”, manifestó sobre la audiencia. “No sirve ningún cursito porque el superior tiene esa mirada machista, entonces cómo le pedimos a un oficial de 24 años que tome la denuncia si el propio jefe dice que a las mujeres les gusta que le peguen. La solución es de cuajo o no es”, remarcó.
Charo Alcire, referente del Movimiento Clasista Combativo (MCC) subrayó también que no se va a encontrar una persona que brinde la solución definitiva si no que debería ser responsabilidad de los tres Poderes. Y esto no está garantizado por parte del Estado. “Hoy, lo único que está garantizado es la muerte por parte del Estado”.
“LOS FUNCIONARIOS
MIRARON A OTRO LADO”
Mariana Núñez, delegada de Frente de Géneros del Movimiento Peronista Descamisadxs, relató también el episodio que vivió en durante la inauguración de la comisaría 11ª a la que fue invitada. Describió cómo sacó de su bolso un cartel que decía “¿Dónde está Maira?”. “No era contra nadie, es algo que todos los chaqueños nos preguntamos. Cuando llaman al corte de cinta, allí un policía me tuerce el brazo y me cercan entre muchos. Me sacan el cartel, y policías mujeres me empiezan a tirar para atrás. En todo momento me decían ‘callate’”, declaró.
En un relato que sacó casi entre lágrimas, continuó: “Me levantaron de brazos y piernas para llevarme y alcancé a gritar al gobernador y al ministro (Nievas) que me ayuden”. El único que se acercó a la situación fue el ministro de Gobierno, Juan José Bergia, aunque no hizo nada. Núñez contó que fue nuevamente el jefe de Policía Acuña quien se acercó y le dijo en advertencia: “¿Por qué hiciste esto, sabes que esto no podés hacer?”. Luego le torcieron el dedo y la hicieron arrodillarse frente al funcionario.
Siguió contando que los efectivos la empujaban y ahorcaban con su propio pañuelo para que no hablara. Tras dejarla ir, la madre de Núñez contó cómo dos oficiales de policía sacaron fotografías del frente de la casa de ésta. “Soy madre soltera, tengo mi hijo, mi mamá que es mayor, no puedo andar con otra persona las 24 horas por miedo, quiero que todos estemos al tanto de qué manera trabaja el Estado y la Policía. Cortando la cinta y mirando para un costado”, reclamó.
ENCUENTRO NACIONAL
DE MUJERES
Núñez agregó: “Lo que me hicieron, lo hicieron delante de todos. Qué esperamos nosotras para recibir a las 80.000 mujeres que vendrán en octubre. Ya están abriendo el paragua diciendo que esto es lo que va a pasar”. Quien hizo esto “no fue un macho violento que lo pueden meter preso, fue el mismo el Estado”, concluyó.
