La Provincia

La crisis: balance y perspectivas desde el Movimiento Evita

La referente del Movimiento Evita, Johanna Duarte, se acercó a la redacción de este matutino para compartir la postura de su organización respecto de la situación social, política y económica en Argentina y Chaco.

Desde la experiencia militante en el Evita, como así también su brazo gremial; la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) integrante del Triunvirato San Cayetano, junto la Corriente Clasista y Combativa, Barrios de Pie, la Federación Nacional Campesina, Originarios en Lucha, Duarte tiene un conocimiento de primera mano de las necesidades y problemas a los que se enfrentan las bases.

¿Qué lectura hacen de la realidad económica, en este contexto de amenaza de corrida bancaria, dólar por las nubes y acuerdo de FMI?

Vemos con mucha preocupación esta actitud del Gobierno nacional pero no nos sorprende porque sabíamos que venían a hacer esto, a aplicar un modelo de ajuste y saqueo de nuestro país. El acuerdo con el Fondo viene en relación con la corrida del dólar, que es en realidad una herida autoinfringida del Gobierno para llevarse en dos semanas 11.000 millones de dólares, y eso no es casualidad; en este modelo ni siquiera entran las grandes empresas que en otros tiempos ganaban, se gobierna totalmente para beneficiar a la especulación y la renta financiera en desmedro del pueblo.

¿Por qué te parece que se trata de “heridas autoinfringidas”?            

Porque es una crisis autogenerada para llevar adelante este plan sobre los recursos del país. Hay un proyecto político para extranjerizar la economía, y a la par, estigmatizar a las organizaciones sociales que se enfrentan a esto. Con este Gobierno nacional es imposible avanzar en nada estructural, a lo sumo se consiguen cosas que son un colchón coyuntural, pero nada más. Y se irán agravando con la profundización de la pobreza estructural, es decir, la falta de Estado, porque no habrá recursos para sostener obra pública, como lo pide el FMI, junto con recortes en otros programas sociales y demás.

Mencionaste la estigmatización de organizaciones sociales por parte del Gobierno nacional, ¿cómo se relaciona esa cuestión con las quejas de sectores empresariales locales respecto de los piquetes y demás protestas sociales y la actividad económica?

A la provincia le hemos inyectado 47 millones de pesos en programas sociales como el Programa Social Complementario, el Argentina Trabaja y algunas obras que se han podido activar desde el Triunvirato San Cayetano, y esa plata los compañeros la gastan en comercios locales.

Es una falacia cuando dicen que por los piquetes no se producen ventas, cuando hay un contexto económico de recesión. Antes de discutir la protesta en sí o estigmatizar a las organizaciones sería interesante poder debatir estas cifras con la Cámara de Comercio y de dónde viene el problema de ventas, que es un problema económico. Hemos hecho sendos ofrecimientos en ese sentido.

¿Han tenido algún tipo de respuesta?

Ninguna, ni del Gobierno ni de la cámara de comercio ni de las pymes. No ha habido respuesta del otro lado. Vemos una estigmatización por parte del gobierno provincial cuando dice que va a garantizar la paz social mediante la represión a la protesta. Eso es una desviación, porque cuando sos gobierno tenés que garantizar la paz social con acciones políticas, porque la protesta surge ante la falta de respuestas del Estado. Nos preocupa la falta de convocatoria al diálogo en la discusión del proyecto. Sólo llaman al sector empresarial, y es un proyecto muy parecido al de Bullrich a nivel nacional.

¿Coinciden con quienes sugieren que en algunas cuestiones oficialismo provincial vendría a ser una suerte de macrismo local?

En absoluto, ese es un análisis erróneo, sucede a menudo que si no nos movilizamos no se cumplen los compromisos asumidos. Entonces ahí entendemos que hay una incapacidad política para solucionar los problemas del pueblo. Sabemos que hay cuestiones que ameritan una postura del gobierno provincial, por lo menos recibir a las organizaciones y dialogar.

EL FRENTE INTERNO

¿Cómo se articula una postura unificada desde las organizaciones que se plantan ante el ajuste y la represión?

En un punto, el mayor enemigo del campo nacional y popular es él mismo. Estamos dispersos. El desafío es juntar los sectores de trabajadores formales e informales con los sectores que pueden no estar organizados, pero igualmente descontentos, por las facturas de luz, por el combustible, etcétera.

Dejando de lado la convocatoria de las organizaciones y fuerzas políticas a la población descontenta, ¿cómo ves las relaciones entre las mismas organizaciones y esa situación de dispersión que planteaste?

A nivel provincial, creemos que el peronismo por cuestión histórica es quien debe asumir la responsabilidad de volver a aglutinar un nuevo frente en el que estén representados todos esos sectores para impedir que en 2019 el radicalismo Cambiemos gobierne esta provincia. Venimos planteando varios intentos, sin mucho éxito, como fue en el último congreso del Peronismo, en el que no se dejó hablar a todos los congresales; los del Evita no pudieron emitir opinión.

¿Cuál es la propuesta o eje desde el Movimiento Evita en ese sentido?

Hay que resolver la representatividad; los dos primeros tercios a la mayoría y el restante a la minoría con el 25 % de los votos, eso permite un arco más democrático con representación de todas las vertientes, como fue el Chaco Merece Más. Otro punto es discutir la reelección indefinida de diputados, concejales, etcétera, porque ello no aporta a un proyecto de provincia a largo plazo, se debe sostener mediante un programa, y no nombres. Los dirigentes deberían hablar menos y dejar de pensar qué lugar ocuparán en las listas y escuchar las necesidades de la gente y a las bases.

Otra cuestión es la gobernabilidad, la mayor responsabilidad es del gobierno provincial, generar políticas públicas de contención ante una situación social que se agrava cada vez más. Por último, la cuestión de la conducción, la que por una cuestión lógica recae en el gobernador, pero no se empareja con el liderazgo de Capitanich. La mayoría de los peronistas se identifican con Capitanich, pero al mismo tiempo está la conducción del partido en el gobernador.

Pero en su momento el mismo Capitanich planteó esa unificación, ¿o no?

Pero eso es una contradicción que genera dispersión. Pero de todos modos es necesario que la unidad del campo popular se dé por un programa, para unir a los sectores que se han ido, y también a otros que tal vez no estuvieron nunca. El peronismo tiene que recuperar la representación con los trabajadores que están por fuera del empleo formal, hay que institucionalizar a los sectores de la economía popular. Y también con el otro sector que está ganando mucha fuerza; el movimiento de mujeres. Y el peronismo debe discutir la incorporación de las mujeres en las estructuras partidarias, pero además en las políticas públicas.

A priori, no debería ser tan complejo, pero en la práctica lo que prima son las marchas y actos dispersos, aún ante una misma consigna que aglutine un reclamo o convocatoria

Hay que hacer autocrítica. Es necesario discutir, sin egocentrismos, si caemos en tildar de traición y esas cosas que nos a veces nos salen muy fácil. Convocamos a debatir, con autocríticas y sin ofenderse, y entonces tratar de ver la realidad de hoy, y como lidiamos con eso. Hay muchos sectores muy enojados con estas políticas del gobierno nacional porque ya no comen, pero del otro lado no encuentran nada tampoco. Es gravísimo pensar que si antes pagabas la heladera en cuotas y ahora pagas la luz en cuotas es porque antes no era real, y que están bien que se saque subsidios es un reflejo de la derrota de la batalla cultural.

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

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