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Corea del Norte «se encontrará con una furia y un fuego jamás vistos

La escalada verbal entre Estados Unidos y Corea del Norte subió de nivel una vez más este martes. El presidente norteamericano, Donald Trump, respondió a las últimas amenazas del régimen de Pyongyang con una declaración arrebatada y alarmante.

"Será mejor que Corea del Norte deje de amenazar a Estados Unidos", recalcó a la prensa desde su retiro vacacional en Bedminster, Nueva Jersey, o bien "se encontrará con una furia y un fuego jamás vistos en el mundo", amenazó. Trump, en su excesiva voracidad de respuestas volvió a interpelar al lider norcoreano Kim Jong-un, y como señala el diario español El País, el asunto del que hablan es armamento nuclear.

El embajador de Pyongyang ante la ONU, Kim In Ryong, expresó el pasado abril que "la guerra termonuclear" podía empezar "en cualquier momento". A finales de julio, el ministro de Defensa, Pak Yong-sik, advirtió de un "ataque nuclear preventivo sobre el corazón de América".

Trump, por su parte, hasta ahora había utilizado un tono más que Barack Obama contra el régimen, a veces desafiante, como cuando presumió del poderío de su ejército y advirtió a Kim Jong-un de estar "buscando problemas".

Sin embargo, ayer aportó por un paso bélico más e insinuó la posibilidad de una acción militar contra el régimen norcoreano. "Él ha estado lanzando muchas amenazas, más de lo normal", dijo en referencia al líder norcoreano y "se encontrará con el fuego y la furia y, francamente, un poder de una magnitud que jamás se ha visto antes en este mundo", enfatizó.

La escalada verbal tiene lugar a raíz de las duras sanciones económicas que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas impuso contra Corea del Norte, con el apoyo de China, y la presión de Washington.

Esta penalización recortará en 1.000 millones de dólares los ingresos por exportaciones del ya por sí aislado país. Un editorial del periódico estatal norcoreano Rodong Sinmun, publicado el domingo pero escrito antes de esa resolución de la ONU, encendía la alarma al prometer convertir Estados Unidos "en un mar de fuego inimaginable" en caso de que se aprobase sanciones y Washington optase por la vía militar.

El intercambio de amenazas inquieta a los aliados de Estados Unidos. La nueva administración de Trump ha puesto en tela de juicio varias veces la política de "paciencia estratégica" con Corea. Esta fue una característica de la era Obama.

La sanción de la ONU tuvo lugar después de que el 4 de julio Pyongyang anunciase que había probado con éxito un misil balístico intercontinental y el 28 del mismo mes lanzase otro misil que alcanzó aguas japonesas

La últimas declaraciones de Trump fueron tras la reunión con el secretario de Salud y Servicios Humanos, Tom Price, para analizar la epidemia de heroína que está segando miles de vidas cada año en Estados Unidos. En el breve momento en el que los medios acceden al encuentro, celebrado en el marco de las vacaciones del presidente, envió el mensaje.

Minutos antes, The Washington Post publicaba que Corea del Norte ha desarrollado una cabeza nuclear en miniatura que puede colocar en sus misiles, lo que supone un salto cualitativo en esa escalada armamentística que cada vez preocupa más a la comunidad internacional.

El Post citaba un informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa, concluido en julio. "La comunidad de inteligencia evalúa que Corea del Norte ha producido armas nucleares para envío mediante misiles balísticos, que incluyen la categoría de misiles intercontinentales", indica el documento. Los intercambios de "fuego" entre ambos países pueden tener consecuencias desastrosas si van más allá de la metáfora.

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