En la jornada de la fecha, desde las 9 en la sede de la Cámara del Crimen en avenida San Martín y Juan B. Justo tendrá lugar una nueva audiencia en el dilatado proceso contra el empresario Raúl Sebastiani, condenado hace casi ya un año (en febrero de 2017) a tres años de prisión en suspenso por una paliza y amenazas de muerte a su expareja, la joven Eliana Tapia.
A raíz de las serias deficiencias del fallo original de la jueza Lidia Lezcano de Urturi, se desencadenó en paralelo al repudio generalizado de buena parte de la sociedad un recurso de apelación por parte de la querella, que fue contestado en modo afirmativo por el Superior Tribunal de Justicia, que ordenó el apartamiento de la jueza y una convocatoria a nuevos alegatos para una nueva sentencia, no en lo concerniente a la calificación legal de la conducta de Sebastiani, sino sólo a la cuantía de la pena.
En vistas de avanzar en esto, se fijó la semana pasada la realización de una nueva audiencia, que debía tener lugar en la mañana del martes. Pero no pudo ser, como ya es una estrategia conocida en la causa, el abogado Marcelino Leiva, en su rol de defensor, planteó una serie de supuestos “vicios” e “incompetencias” a ciertos artículos del Código Procesal Penal, como el 35 bis que regula las salas unipersonales o el 67, de trámite de recusación. Así lo informó el sitio Proyectobohemia.com, que informó que la fiscal Fernández solicitó 24 horas para analizar el planteo del defensor Leiva y el juez Víctor del Río manifestó su intención de cumplir con la etapa probatoria, sin embargo, concedió lo pedido por la fiscalía. Por ello, se pasó a un cuarto intermedio hasta la mañana de hoy.
En contacto con este matutino, Tapia señaló su malestar ante lo que considera una nueva traba judicial y un retraso que viene a sumarse a la seguidilla de obstáculos en este dilatado proceso. En ese sentido, planteó su expectativa por lograr un fallo reparador que marque un precedente, en un contexto en el que el Poder Judicial es señalado por las graves deficiencias en la prevención y soporte a las posibles víctimas, y una vez que el crimen fue consumado, ausencia de condenas para los femicidas y violentos.
ANTECEDENTES
Tres años de prisión en suspenso fue la condena dispuesta por Urturi al empresario automotor por la brutal golpiza, amenazas de muerte, tenencia de armas y privación ilegítima de la libertad contra Tapia el 13 de febrero de 2017. La sentencia, que implicó que Sebastiani no cumplirá pena en prisión y generó el repudio de la familia Tapia y de organizaciones sociales como Ni Una Menos, desde donde destacaron que “la Justicia, que debía ocuparse de la sobreviviente, se pone otra vez del lado del machismo que mata a las mujeres".
En su momento, el querellante Sotelo solicitó ocho años y seis meses de prisión y destacó el ensañamiento y la peligrosidad de Sebastiani. A principios de septiembre, el Superior Tribunal de Justicia resolvió el apartamiento de Urturi y el dictado de una nueva sentencia en el juicio por violencia de género contra Sebastiani. Otra cuestión que fue dejada sin efecto por el STJ fue el tratamiento psicológico que fuera ordenado por Urturi a Tapia.
Respecto de la cuantía de la pena para Sebastiani, sería resuelto por un nuevo tribunal, que deberá juzgar luego de las presentaciones de los alegatos de las partes una nueva pena para el acusado.
