Pasó una semana exacta de que se tomara conocimiento público el “cajoneo” judicial de la denuncia por abuso sexual en la infancia impulsada por Rosalía Alvarado y María Belén Duet contra el matrimonio Daniel Pacce – Noemí Alvarado, sin mayores novedades al respecto, a excepción del verdadero aluvión de apoyos, adhesiones por parte de particulares y organizaciones y referentes sociales para con ambas sobrevivientes.
elDIARIO de la Región recogió varios testimonios, entre los cuales resalta la mirada de la especialista Silvana Pérez, psicóloga y psicoanalista con una vasta experiencia en el trabajo del entre espacios judiciales y de salud pública en víctimas en casos de abusos sexuales a menores: “Cuando se denuncia un abuso, no es admisible que la Justicia se niegue a hacer lugar a la palabra de la víctima, que recurre a la Justicia pidiendo un tratamiento social de algo justo, que este robo que sufrió de su vitalidad sea tramitado en la discursividad jurídica y se pueda fallar respecto de eso”.
Los denunciados ante la Justicia son Daniel Pacce, funcionario durante la Gobernación de Florencio Tenev y diputado nacional por el justicialismo entre 1987-1991, tuvo un paso por demás intrascendente por el Congreso de la Nación, por lo menos en lo que a labor parlamentaria se refiere. Pacce y su esposa Noemí Alvarado (integró el Directorio del Instituto de Vivienda) tenían una vida social muy activa y era habitual que su domicilio hubiese muchos niños, hijos de amigos y allegados. Cuando fueron atacadas por el matrimonio Pacce ambas mujeres eran niñas, Rosalía tenía seis años, y María Belén tres. Lidiaron durante años, cada una a su modo, con esa encerrona macabra que implica que “quien te tiene que querer y cuidar hace todo lo contrario y te destruye”, según palabras de la propia Rosalía.
Cuando ya adultas lograron la confianza necesaria para superar la angustia y el manto de silencio que envuelve a este tipo de crímenes (sobre todo teniendo en cuenta la situación de poder del acusado) y quisieron denunciar lo sufrido, se toparon con un nuevo obstáculo: para la ley vigente, el delito se encontraba prescripto. Por ello, tuvieron que esperar a la reforma de la ley N° 27206, que canceló la prescripción del abuso sexual en la infancia para poder presentar una denuncia formal contra sus agresores el 15 de junio de 2016. Sucede que la Fiscalía Nº 9 de Resistencia, a cargo de Daniela Meiriño, resolvió archivar las denuncias por considerar prescripta la acción penal (expedientes Nº 21453/2016-1 y Nº 30631/2016-1). Ahora, resta que el Juzgado de Garantías zanje la cuestión.
Sobre el tema, el abogado querellante Leandro Ramírez precisó a este matutino: “Esperábamos más de la fiscal, creemos que los funcionarios que intervienen en este tipo de casos deben tener una mirada más integral, comprensiva de las víctimas y de este tipo especial de delitos”.
La ley N° 27206, denominada de Respeto a los Tiempos de las Víctimas, fue sancionada en octubre de 2015 y modifica el Código Penal, estableciendo que en delitos de abuso sexual se “suspende la prescripción mientras la víctima sea menor de edad y hasta que habiendo cumplido la mayoría de edad formule por sí la denuncia o ratifique la formulada por sus representantes legales durante su minoría de edad”.
ASI: INFANCIA ROBADA
“El Abuso Sexual Infantil (ASI) es la acción violenta por la cual alguien se apropia del niño, se apropia del cuerpo, matando en sentido psíquico al niño que se está constituyendo. Es por esto que cuando el hecho de abuso se produce, se produce un robo a la vida, un robo a la vitalidad que queda marcado para siempre”, así lo define Silvana Pérez, que además de su trabajo con infantes víctimas de abuso, desarrolló una labor en el campo de la asistencia a víctimas de terrorismo de Estado que pasaron por los procesos judiciales por crímenes de lesa humanidad. “Una de las cuestiones fundamentales es que hasta ahora el espacio institucional de la Justicia no ha podido, pese a excelentes definiciones jurídicas, como son los tratados internacionales o la ley de respeto a los tiempos de la víctima, superar ciertas dificultades para comprender que más allá del proceso penal de una causa normal, hay una necesidad de un cambio conceptual en la Justicia, para poder dar alojamiento en sentido pleno a la necesidad de la víctima”, explicó.
Sobre ese “robo a la infancia”, Pérez profundizó: “El niño siente que del adulto es de quien se recibe el sostén que le permite vivir, en ese sostén que le permite vivir corre la ternura, el amor, la posibilidad de construcción del cuerpo, y por supuesto, más adelante, la construcción de una sexualidad en la infancia y de una sexualidad adulta”. “En esa construcción del cuerpo, ese lugar que le permite formarse, que es el lugar de la construcción entre adultos que le permiten formarse, es donde hace foco el ASI”.
En cuanto a la pretensión de llevar a la Justicia a los agresores, sostuvo: “En la adultez, esto continúa y por eso decimos que es un delito que continúa haciendo estragos de por vida en la persona. Este elemento, altamente comprobado, es el que toma peso profundamente y que la ley de imprescriptibilidad puede recoger. La víctima no busca la confrontación con el victimario, no le habla al victimario, la víctima le habla a la Justicia, invocando al mundo de los adultos para que le devuelvan eso que le quitaron. Están pidiendo, hoy como adultos, que la Justicia, dentro de su discurso, los ampare”.
MASIN: NO SILENCIAR
La diputada nacional Lucila Masin comentó: “Siempre vamos a condenar estos hechos. No dista del abordaje de los temas de género. Vamos a acompañar a las víctimas, repudiar e interpelar a la Justicia”. Consultada sobre la pertenencia partidaria de Pacce, Masin resaltó: “Entendemos que en este particular los hombres y las mujeres de la política deben pronunciarse al respecto, no se puede desnaturalizar el silencio, escondiendo o tapando situaciones de extrema gravedad”. Además, remarcó: “Es nuestra responsabilidad no tapar estos hechos que vulneran derechos de mujeres niños y adolescentes”, y en ese sentido convocó a generar “mayor conciencia social y política”. “Entre todos debemos combatir estos ataques”, alegó.
CRISTALDO: INTERPELAR
AL PODER JUDICIAL
Por su parte, la legisladora provincial Gladis Cristaldo también sumó su voz de repudio a la impunidad y acompañamiento al reclamo: “El abuso es uno de los delitos más graves y que gozan de mayor impunidad. La ley que extiende los plazos es una ley resistida dentro del Poder Judicial y se trata de una normativa que implica una gran herramienta para reparar el daño. Por ello, vamos a exigir que se avance en ese sentido, en este caso concreto, y asimismo, a nivel general, que se dispongan medidas hacia dentro de la administración de Justicia para formar y capacitar en este tema, para hacer efectivo el ejercicio de esta ley”.
Cabe recordar que días atrás elevó un pedido de informes al procurador General de la Provincia de Chaco, Jorge Canteros, respecto de los tres expedientes relacionados a denuncias de abuso sexual, radicadas en la Fiscalía de Investigación Nº 9.
“GUERRERAS”
Belén Rodríguez, de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) Chaco y con una activa militancia social y en la cuestión de género, referente del colectivo de Mujeres del Campo Nacional y Popular, también compartió su apoyo: “Nuevamente, actúa como factor protagónico la Justicia, que está atravesada por una lógica patriarcal, que archiva el caso teniendo como avance la conquista de la ley de respeto, lo cual deja mucho de desear. Se trata de un crimen tabú a lo largo de los años y todo lo que aporte a tumbar este tipo de situaciones es beneficioso para la sociedad. Vamos a acompañar a estas mujeres guerreras, porque contra viento y marea le dan batalla en un tema que no sólo es una reivindicación personal, sino también para la infancia en general y para una emancipación general”.
EL REPUDIO DE MIGUEL
ÁNGEL MOLFINO
El escritor y ex detenido político Miguel Ángel Molfino se despachó de modo contundente luego de tomar conocimiento de las denuncias contra Daniel Pacce. Consultado por elDIARIO de la Región, Molfino compartió un perfil de Pacce mediante las redes sociales, en un texto que trascribimos a continuación:
“Yo conocí, y muy bien, a este depravado. De la ultraderecha peronista, hombre de Florencio Tenev, ministro de Gobierno que cobijaba al Comando de Organización (C. de O), capitaneado por el siempre cobarde Víctor Sánchez. Amigo de la patota (en formación) de la Brigada de Investigaciones que después sería la jauría represiva más violenta del nordeste durante el período de los milicos.
“Yo era periodista del diario Norte (circa 1973), ya había sido tiroteado una noche desde el Valiant de Víctor Sánchez (a un costado del hospital Perrando) y un día, saliendo yo de la Casa de Gobierno, me para Pacce y me dice: ‘La próxima no te salvás, zurdo hijo de puta’.
“Yo le tenía un hambre pero era un periodista y un militante, no tenía margen para irme al carajo. Además y asombrosamente, el tipo era cuñado de uno de mis mejores amigos de la adolescencia y de toda la vida, el plástico y militante peronista Lucio Alvarado. Pero el tipo siguió en las filas del justicialismo, mimetizado como diputado, funcionario, y básicamente, como gusano. Cuando salí en libertad y regresé a Resistencia, allí seguía él, con su bigotito de cantante de boleros y sus mocasines blancos. Era lo más parecido a un informante cubano de Fulgencio Batista.
“Y ahora nos venimos a enterar que era un violador de su propia sobrina, la hija de mi amigo y compañero Lucio. La muerte prematura lo libró de vivir esta asqueante tragedia. Y lo peor es que su esposa, la propia hermana de Lucio, también participaba de la corrupción de su sobrina, entregándosela al facho y degenerado Pacce. Hoy pido, como muchas y muchos, Justicia. Daniel Pacce, parafraseando a Serrat, ‘tu nombre me sabe a mierda’”.
